Frente al suicidio: “Nos cuesta entender como sociedad que nos tenemos que ayudar”

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- La psicóloga Pamela Hernández Villegas se refirió así a una de las principales falencias para enfrentar el creciente número de suicidios, principalmente, en el segmento adolescente.

- Su relatoría fue parte de un taller de salud mental realizado por el programa “Seamos Comunidad”, que desarrolla el Mineduc y ejecuta en la región la Universidad de Magallanes.

Por Paula Viano Santana, Comunicaciones UMAG.

Según una investigación publicada en la revista de Salud Pública Panamericana en 2022, Magallanes está entre las cuatro regiones con más altas tasas de mortalidad por suicidio de adolescentes y jóvenes en las últimas dos décadas. Y la situación no ha hecho más que agravarse, principalmente, como efectos de la pandemia en la salud mental.

Esta realidad post COVID-19 ha dañado también la convivencia escolar, lo cual preocupa no sólo a los establecimientos educacionales, sino también al Ministerio de Educación (Mineduc) que, desde principios de este año, está ejecutando a nivel nacional la Política de Reactivación Educativa Integral “Seamos Comunidad”, resultado de un acuerdo de cooperación entre su Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) y el Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH), la Universidad Austral (UACh) y el Ministerio de Salud (Minsal).

En la región, se decidió realizar seis talleres en establecimientos escolares con distintos tipos de sostenedores y perfiles estudiantiles, ejecutados por académicos la Universidad estatal de Magallanes (UMAG). Los últimos dos se realizaron en el Centro de Educación Integral de Adultos (CEIA) y en el colegio Charles Darwin, a fin de abordar la salud mental escolar.

Patricio Yutronic, director de este último establecimiento, agradeció la instancia pues según él “un curso de estas características es casi inalcanzable en términos económicos y de gestión”, y el impacto que generó el confinamiento y posterior presencialidad hace que hoy “hablar del apego, por ejemplo, para nosotros sea más importante que hablar de Matemáticas o de Lenguaje. A ese nivel estamos”, reflexionó.

A cada taller acude la totalidad de personas que integran las comunidades educativas elegidas.

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En el mismo sentido, la profesora del programa de integración escolar del CEIA, María Rosa Cárdenas, consideró que el taller era contextualizado y pertinente, pues les entregó herramientas para ayudar a que los estudiantes estén tranquilos y cómodos para disfrutar del aprendizaje. Su colega Claudia Mansilla Pérez, educadora del programa PIE en el mismo establecimiento, recalcó la complejidad y transversalidad de los problemas emocionales y conductuales, por lo cual cree necesario que, tanto en la escuela como en la casa, “tenemos que vernos como una sociedad, no sólo (como) puntajes y estadísticas. Tenemos que reflejarnos como seres humanos”.

Vínculos preventivos en salud mental

La psicóloga Paula Bitsch Bidart, coordinadora de los talleres de salud mental, tiene más de una década de especialización en terapia familiar e integración escolar. Con esa experiencia diseñó este encuentro, considerando “un enfoque más preventivo y concreto respecto de lo que pueden hacer los actores de las comunidades escolares con niños que tienen dificultades en torno a la salud mental”, explicó.

Bitsch escogió el modelo vincular, en consonancia con la política estatal que “tiene que ver con hacer comunidad, con cómo estamos juntos en el colegio, y cómo la manera en que estamos juntos puede favorecer o desfavorecer la salud mental”. En ese contexto, relevó las interacciones terapéuticas en los recintos, para lo cual “entregamos herramientas concretas a los profesores respecto del poder que tiene relacionarse con otras personas”.

La psicóloga Pamela Hernández Villegas dictando el taller de salud mental en el CEIA.

Con la intención de abordar incluso las situaciones más graves, la psicóloga Pamela Hernández Villegas se sumó con una relatoría relativa a la prevención de suicidio, “partiendo de la base que, como política pública, está recién comenzando a instalarse”, comentó. En este contexto, la idea es relevar la importancia crear y formar lazos comunitarios para potenciar la formación integral, “vínculos que son permanentes en diferentes rangos etarios”, relata, pues representan una “tremenda oportunidad para generar factores protectores”.

Hernández es optimista respecto a los avances, pero advierte que “lo que nos cuesta como sociedad es entender que nos tenemos que ayudar, y para eso tenemos que generar conciencia y sensibilizarnos de que somos personas dispuestas a ayudar a otros”. Lo anterior es crucial, pues los índices actuales de suicidio se pueden incrementar, debido a que “todos los análisis que se han hecho indican que el momento inmediatamente siguiente a la pandemia no es el peor, sino lo que vaya a venir en los años posteriores”.