Músicos y coro universitario brindaron concierto participativo en Zona Franca

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El sábado 14 de diciembre pasado, en el módulo central de Zona Franca, un grupo de magallánicos y magallánicas de diversas edades, protagonizó el Concierto por la Fraternidad, iniciativa  de la Dirección de Extensión Universitaria de la UMAG que surgió como un espacio de encuentro en torno a la música en medio del estallido social que vivía nuestro país durante los últimos meses.

Fueron en total cuatro intensos ensayos en dependencias de la Sociedad de Instrucción Popular que dieron lugar a un conocido repertorio basado en el cancionero latinoamericano, el cual se interpretó en coro y orquesta, todo bajo la dirección de quien encabeza el Coro Universitario de la UMAG, Nicolás Petrovich Rodríguez.

“La idea nació frente a los hechos que ocurrieron en nuestro país en que estaban todos tan desanimados, con tanto nerviosismo, entonces a través de la Dirección de Extensión, decidimos hacer este concierto participativo para llevar un poco de bálsamo al interior de las personas, al espíritu de las personas, para que todos pudieran cantar. La idea era que el público pudiera ser el artista principal y pudiera cantar y, al mismo tiempo, ayudar a fortalecer los lazos entre los cantantes e instrumentistas que habitan esta región”, explicó Petrovich.

La instancia, de carácter participativo, atrajo, así, la atención de las y los visitantes, quienes se acercaron para cantar temas clásicos de esta colección como “Canción con todos”, “Zamba de mi esperanza”, “Corazón de escarcha” y otros más. Además, las y los integrantes de la orquesta repasaron, luego, una selección de villancicos en la antesala de la Navidad.

Al respecto, la directora de Extensión Universitaria de la UMAG, Mónica Araus, enfatizó que “nuestro propósito aquí fue convocar a músicos regionales. Estamos en una región que tiene muchos músicos en el área de la interpretación de instrumentos y gente a la que le gusta cantar, entonces, por primera vez lo hicimos y ahora queremos realizarlo por lo menos dos o tres veces al año de manera que convoquemos a gente de la comunidad a cantar y a tocar música en este espacio participativo”.