-El establecimiento educacional de la Universidad de Magallanes (UMAG), logró destacar en la medición, sobresaliendo como uno de los mejores dentro de los colegios particulares subvencionados y privados de la región.

Fruto del trabajo constante por consolidar un proyecto educativo que este año cumplió 18 años de existencia, el Liceo Experimental de la Universidad de Magallanes (LEUMAG), acaba de anotar un importante logro a su historia como establecimiento educacional: cinco primeros lugares en los resultados de la prueba Simce 2017 correspondientes a cuartos básicos (3) y segundos medios (2), obteniendo, además, otros dos puestos destacados en la medición  a nivel regional (ver recuadro al final) en la categoría de los establecimientos particulares-subvencionados y privados de Magallanes.

Para analizar estos resultados, el director del Liceo, Rodrigo Machuca, se reunió con el equipo docente y parte del alumnado que fue parte de la aplicación de este test el año pasado, con quienes compartió la satisfacción y la alegría por dar un paso más en el desafío de ir mejorando, sistemáticamente, los procesos de aprendizaje al interior del establecimiento y, de igual forma, repasar aquellas variables que, en el transcurso del tiempo, han permitido avanzar hacia metodologías pedagógicas más efectivas para el buen desempeño de los estudiantes tanto dentro como fuera del aula.

“Esto para nosotros es muy significativo porque uno tiene que considerar varios aspectos: lo primero, que somos un colegio joven, y eso no es menor en una institución educacional donde la madurez se logra pasados los años, porque hay que consolidar el proyecto educativo, afianzar el plantel docente y lograr un trabajo para que ese proyecto sea congruente”, enfatizó Machuca, agregando, además, el factor de la nueva Ley de Inclusión y el alto índice de alumnos en situación de vulnerabilidad que presenta el Liceo (cerca del 40%). “Todas esas variables –afirmó- hemos sabido sortearlas con madurez para lograr, finalmente, estos excelentes resultados que han venido de menos a más, porque todos los años hemos ido superando nuestra propia meta y eso ha sido un desafío importante”.

De esta manera, lo anterior, según el director, es necesariamente consecuencia del trabajo de aula, cuyo sello ha sido instalar una cultura de compromiso y motivación de los alumnos y alumnas por el aprendizaje en las distintas materias, no solamente aquellas en las que sobresalieron el 2017, y que fueron Lenguaje y Matemática.

La clave

Tratar de explicar la fórmula que lleva a un proceso a ser satisfactorio, no siempre es fácil para quienes están día a día frente a una sala de clases. Sin embargo, los profesores del Liceo Experimental, argumentan que más que una clave, se trata de una práctica sistematizada y una constante revisión de los planes y programas curriculares que el Liceo busca aplicar en los distintos niveles.

El caso de la enseñanza del Lenguaje, es un buen ejemplo, según lo ilustra el profesor de la asignatura en enseñanza media, Eduardo Chiple: “si hablamos de claves yo creo que no es el trabajo en base al contenido, sino el trabajo en base a la habilidad y competencia, puesto que las habilidades y las competencias me van a permitir a mí agrupar bastantes tipos de contenido y, a su vez, hacer que los chicos empiecen a responder en niveles de desempeño que son adecuados para su nivel. En ello, conjugan otros elementos como el trabajo complementario en casa y el trabajo en equipo que los hace motivarse, dialogar, discutir, generar nudos críticos en base a sus propios análisis”.

Siguiendo la misma línea, la profesora de Matemática que estuvo a cargo de los cuartos básicos, Katherine Araya, aseguró que el buen trabajo responde “a una revisión constante de los planes y programas, un ordenamiento de uno como profesor respecto a sus clases, sobretodo en el área de las matemáticas, donde cuesta bastante motivar a los chicos porque siempre es un área que, de por sí, ya te da susto”. Al respecto, comenta que utiliza diversos materiales y metodologías para plantearles desafíos alcanzables  a sus alumnos, lo que va de la mano con el compromiso que demuestran sus padres por motivarles el gusto por aprender.

Reunión entre el director Rodrigo Machuca y los docentes y alumnos que participaron en el Simce 2017.

Preparación v/s motivación

Pero quienes se preguntan, sin duda, los alcances que tiene una medición de estas características en su desempeño escolar, son los estudiantes, ya que se enfrentan a esta prueba de primera fuente.

Para los alumnos que hoy cursan tercero medio, Nicolás Cattaneo y Paulina Paredes, no hay que buscar la respuesta. “Nosotros siempre estuvimos acostumbrados a escuchar y a escribir, y ya, en primero medio, nos motivaron a dialogar y eso también cambia la estructura sistemática que tiene la educación, porque nos enseñan a motivarnos más que a prepararnos”, dice Paulina.

En tanto, su compañero, agrega que “el estudio viene desde atrás, de la motivación que da el profesor, que desde primero medio nos habló de la motivación que tenemos que tener para estudiar y eso viene con la disposición de un profesor a enseñar, finalmente”.

A ello, también se sumó la opinión de Mía Velázquez, de quinto básico: “me siento orgullosa y muy contenta de mi liceo porque los profesores son súper buenos y nos enseñan bien”.

Para el jefe de la Unidad Técnica Pedagógica (UTP) del Liceo, Jorge Vásquez, escuchar la buena percepción que tienen los alumnos de este proceso, “da cuenta del compromiso, el trabajo y la responsabilidad de los profesores, porque cuando tenemos docentes comprometidos que se dedican a conocer a sus alumnos, a investigar como aprenden, cuáles son sus motivaciones, eso, en el mediano plazo necesariamente tiene que dar resultados”, aseguró.

Este año el Liceo Experimental de la Universidad de Magallanes cumplió 18 años de existencia en la región con una matrícula de 748 estudiantes de primero básico a cuarto medio, 55 docentes (incluyendo el cuerpo directivo) y 32 asistentes de la educación. Una de sus proyecciones más cercanas es implementar educación parvularia, lo que estiman poder concretar a partir del año 2019 con la apertura de un curso kínder.