Por Ángela Molina / Fotos: Max Ulloa y Ángela Molina

Gracias a la gestión del Acuerdo de Producción Limpia de la Universidad de Magallanes (APL UMAG Campus Sustentable), este miércoles,  la casa de estudios suscribió un convenio de colaboración mutua con distintas organizaciones de la región dedicadas al reciclaje. ¿El objetivo? contribuir en la promoción de conductas de cuidado al Medio Ambiente en toda la comunidad regional y hacer de nuestras ciudades, urbes menos contaminadas producto del mejoramiento en el manejo de nuestros residuos domiciliarios.

El compromiso de trabajo conjunto fue firmado por el rector (s), José Maripani y los representantes de las empresas ReCiclo, Rech y la ONG, Reaflora, Arte y Cultura. Gonzalo Uribe, de la coordinación del Acuerdo de Producción Limpia, afirmó que se trata de la formalización de una serie de acciones y conversaciones que ya se habían venido sosteniendo con estas entidades, principalmente, en el Campus Universitario de Puerto Natales, que es el lugar donde partió el APL.

El rector (s), José Maripani, firma con los representantes de la empresas ReCiclo y Rech, Ignacio Prieto y Elías Bascur, respectivamente.

Desechar para reciclar

Segregar el desecho de la basura en recipientes diferentes para facilitar su reciclaje, es la función primordial de un “punto limpio”, estructura que se va a instalar dentro de los próximos meses y de manera piloto, en las dependencias universitarias de Puerto Natales. La idea es que este tratamiento que se le da a los residuos también pueda ser replicado más adelante en el campus norte de Punta Arenas, donde se proyecta la colocación de otro “punto limpio” para la región.

Ignacio Prieto, gerente de la empresa ReCiclo, dijo que se van a hacer cargo de retirar el material que se acopie en este gran contenedor para luego procesarlo y enviarlo a destino final, es decir, a plantas recicladoras de la Región Metropolitana con las cuales están asociados. “Metemos estos materiales separados a nuestra bodega y de ahí a una máquina compactadora, con el objetivo de disminuir los volúmenes, haciendo más eficiente el flete”, comentó.

Según informó Uribe, el Departamento de Ingeniería Mecánica de la universidad, se hará cargo de la confección de ambas estructuras. Agregó, además, que, cuando se pongan en marcha, van a preparar la señalética y las capacitaciones de reciclaje para garantizar el buen uso de dichos recipientes.

Reaflora, Arte y Cultura a través de una de sus integrantes, Lissette Escobedo, también selló el acuerdo de reciclaje con la casa de estudios regional.

Otra forma de reciclar será a través de la reutilización de las tapitas plásticas que a diario desechamos. La organización Reaflora, Arte y Cultura lleva poco más de dos años realizando murales de estos particulares y coloridos residuos en distintos establecimientos educacionales. Una de sus integrantes, Lissete Escobedo, señaló que van a distribuir diez contenedores de tapitas para hacer más de estos trabajos en las paredes de la propia universidad. “Vamos a necesitar la ayuda de todos quienes se quieran sumar reuniendo sus tapitas –recalcó- porque la idea es que sigamos difundiendo lo que es el arte y el reciclaje en conjunto, y demostrar que con creatividad podemos cuidar el Medio Ambiente”.

Con la empresa Rech, en tanto, se planificarán jornadas de acopio de residuos electrónicos, los que se retirarán de los generadores que se dispongan para dicho fin. Por ello, se llevará a cabo, en diciembre, la campaña ECOMAGALLANES, actividad a través de cual se va a invitar a la comunidad a tomar conciencia de lo que significa botar este tipo de aparatos.

“Va a ser una convocatoria masiva, vamos a trabajar en conjunto con el Ministerio del Medio Ambiente, posiblemente con algunos establecimientos educacionales, con el fin de ir instaurando la cultura del reciclaje electrónico”, indicó el microempresario Elías Bascur. Sobre el impacto que generan estos residuos al Medio Ambiente, fue claro al señalar que “lo más adecuado es disponerlos en plantas de tratamiento porque entremedio hay componentes que son perniciosos y al entrar en contacto con las napas subterráneas, con desechos de fluidos orgánicos de los vertederos, se generan reacciones y una contaminación que es bastante masiva y latente”.

De esta forma, se van a encargar de sacar este material, trasladarlo hasta sus instalaciones para segregarlo y enviarlo, posteriormente, a plantas en Europa donde se recicla.