Terapia O. impulsa Clínica de Integración Sensorial para realizar evaluaciones infantiles

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El pequeño Alonso, de 2 años y 8 meses, es uno de los beneficiarios de la atención que brindan los profesionales y estudiantes universitarios de Terapia Ocupacional.

La integración sensorial es una técnica de tratamiento para personas con trastornos de la atención, hiperactividad, problemas de participación social y/o problemas en la coordinación motriz. Por medio de este tratamiento, se da respuesta a múltiples y muy diversos dificultades infantiles de aprendizaje, comportamiento, desarrollo y descoordinación motriz que, en definitiva, ayuda, posteriormente, a una mejor inserción escolar y también a una mejoría en la relación de los mismos niños con sus pares.

Es en este contexto que, por segundo año consecutivo, la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad de Magallanes, puso en funcionamiento una Clínica de Integración Sensorial destinada a realizar evaluaciones e intervenciones a niños y niñas hasta los 6 años, que presenten necesidades relativas al tema, y de esta manera, guiar a las familias en el tratamiento que es recomendable seguir para ir superando dichas dificultades. Las evaluaciones están dirigidas por docentes de la unidad junto a estudiantes en práctica y buscan beneficiar a la comunidad universitaria y/o familiares que tengan hijos con necesidad de ser evaluados.

Carolina Vásquez, terapeuta ocupacional, académica de la carrera y especialista en integración sensorial, informó que tanto las evaluaciones como las intervenciones se efectúan en instancias individuales y grupales en una de las salas del Edificio de la Facultad de Ciencias de la Salud que cumple con los requisitos de implementación sensorial, como equipos de suspensión, piscina de pelotas y colchonetas. Todo, en un contexto de juego.

En cuanto a los resultados, la profesional  explicó que han sido a corto plazo, ya que los cambios se observan en un promedio de 6 de meses, donde niños que han presentado problemas de hiperactividad, por ejemplo, han logrado canalizar su nivel de energía o nivel de alerta para poder estar en una forma más adecuada dispuestos a hacer una actividad en el colegio o a participar con más niños. A su juicio, “ya no han tenido  dificultades de conducta o comportamiento en relación a estar constantemente buscando sensaciones o estarse moviendo”. En resumen, se detectan cambios en la iniciativa, creatividad, planificación de acciones, resolución de problemas y regulación emocional, repercutiendo directamente en la participación social y aprendizaje.

A la fecha, la Clínica de Integración Sensorial atiende a 10 niños, quedando aún cupos pendientes por completar, pese a ello, el balance de su implementación ha sido positivo: “Tenemos la necesidad de poder tener evidencia o valoración de lo que hace Terapia Ocupacional a nivel regional, entonces qué mejor que los alumnos en práctica que necesitan de usuarios reales y de necesidades reales, puedan ver las demandas que tiene la comunidad y poder atenderlas”, valoró la docente.