-Ingeniería en Construcción y Tecnología Energética  serán las carreras que recibirán este acompañamiento técnico ofrecido por la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (ACHEE).

Esta semana culmina la etapa de diagnóstico con diversas reuniones, entre ellas un taller de mallas curriculares con académicos de la universidad.

Por Ángela Molina / Fotos: Max Ulloa

Un importante trabajo para incorporar en sus procesos formativos competencias en el tema de la eficiencia energética, se encuentra desarrollando la Universidad de Magallanes, luego de adjudicarse, junto con otras seis instituciones de educación superior a lo largo del país, el concurso “Asesoramiento Curricular para la Incorporación de Competencias en Eficiencia Energética en la oferta de formación de las Instituciones de Educación Superior (IES)”, de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (ACHEE).

La iniciativa educacional tiene por objetivo ajustar en esta materia los currículos de las carreras más vinculadas al tema energético para asegurar la pertinencia de la formación de los estudiantes con las demandas actuales del mercado laboral que van a tener que enfrentar al momento de egresar de la educación superior. Por ello, se trata de un acompañamiento técnico en el que se busca evaluar las mallas curriculares, proponiendo mejoras y modificaciones que fortalezcan la enseñanza de la eficiencia energética.

En la Umag, dos carreras se someterán a este proceso, Ingeniería en Construcción (profesional) y Tecnología Energética (técnica), las que ya se encuentran en la etapa de diagnóstico desde mediados de octubre, cuando arrancó el proyecto a nivel regional. De esta forma, la consultora ATIA, que tiene a cargo esta asesoría, ha sostenido encuentros con los equipos académicos y directivos de cada especialidad, también con el alumnado y los empleadores de los profesionales y técnicos egresados de la institución, fase que concluye dentro de los próximos días.

“Lo que estamos haciendo ahora es indagar un poco más en cuáles son las competencias relevantes para el contexto local, que son, en definitiva, las que se tienen que fomentar y/o fortalecer, en caso de que ya existan. En virtud de ello, podremos concluir cuáles son los niveles de intervención a los que podemos llegar curricularmente, pero también, específicamente, en qué programas y asignaturas podemos nosotros prestarles un apoyo  y así acotar un poco más la implementación”, explicó la profesional de la consultora Carolina Soto, tras la realización del último taller de esta semana.

María Luisa Ojeda, ingeniera de proyectos del Centro de Estudios de los Recursos Energéticos (CERE-UMAG) es la coordinadora de esta iniciativa, la que valoró con un sentir especial, dado el contexto de relevancia que ha tenido en la región el desarrollo energético, y que impulsó el trabajo que viene liderando la institución para aportar con su visión en la elaboración de una política energética.

“Dentro del desarrollo participativo que ha tenido proceso de elaboración de la política ha surgido un tema fundamental de todos los sectores: la necesidad de formación. Y sobre todo del fortalecimiento de capital humano profesional que sepa aplicar medidas, sepa desarrollar proyectos, etc. Por lo tanto, tiene méritos importantes ser parte de este proyecto que está llevando adelante la Agencia y haber sido seleccionados dentro de todas las universidades que postularon”, enfatizó.

En diciembre debería culminar el proceso con el establecimiento de un plan definido que permita llevar adelante las competencias que se acordaron e incorporarán en los currículos de las carreras.