Universidad de Magallanes >

Centro de Investigación GAIA Antártica


Investigación – Docencia – Vinculación con el Medio

11 de mayo del 2017

Seminarios Permanentes en Domo Antártico

Considerando que nos encontramos en el Mes del Mar, coincidentemente se han organizado dos seminarios abiertos a la comunidad científica y alumnos interesados, los que se desarrollaran en las instalaciones del Domo Antártico en la Universidad de Magallanes. La Dra. Claudia Aracena Pérez, Biólogo Marino y Master en ciencias marinas y lacustres nos invita a su charla “Fortalecimiento de la investigación y Docencia en Oceanografía en la Universidad de Magallanes Plan Estratégico Proyecto PAI79160136″. El día Miércoles 10 de mayo a las 15:00 hrs. y el Día Jueves 11 de Mayo también a las 15:00 hrs, será la Charla del Dr. Chris Harrod del Instituto de Ciencias Naturales “Alexander Von Humboldt” de la Universidad de Antofagasta. La charla tendrá por título “Using stable isotopes to reveal cryptic features of aquatic consumers and ecosystems”.

12 de abril del 2017

Experto en Glaciología de la Universidad de Columbia estudia clima pasado y futuro en los hielos subantárticos y antárticos

…”Michael Kaplan, Docente investigador del Doctorado en Ciencias Antárticas y Subantárticas,

afirma que las clases que dicta en postgrados nacionales han sido fundamentales para aumentar el impacto internacional de su trabajo…”

Cumpliendo con una de las prioridades de la Estrategia Regional de Desarrollo para el 2020 y de la Política Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación de la región de Magallanes y Antártica Chilena, la Universidad de Magallanes ofrece formación de postgrado a través de ocho Magíster y dos Doctorados. Uno de ellos es el Doctorado en Ciencias Antárticas y Subantárticas, que se inició este 2017, por una parte, gracias al convenio de desempeño GAIA Antártica, financiado por el Ministerio de Educación para “antartizar” Magallanes a través de la educación, la investigación y las actividades de extensión. Al mismo tiempo, este programa respondió a la evolución del Magíster en Ciencias mención Manejo y Conservación de Recursos Naturales en Ambientes Subantárticos, y del programa de Conservación Biocultural Subantártica de la reserva mundial de biosfera Cabo de Hornos, luego de varios años de logros académicos y científicos de nivel nacional e internacional.

Este programa es de modalidad presencial, y entre sus 23 académicos cuenta con el docente investigador del Observatorio de la Tierra de Lamont Doherty, perteneciente a la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos, Doctor Michael Kaplan, quien lleva 16 años realizando estudios de historia glacial entre Puerto Varas y la Antártica. Sus campos de interés son la geología glacial, paleoclimatología, dinámica de los glaciares y de las capas de hielo, geomorfología, geocronología, limnogeología y la datación cosmogénica de la exposición superficial. Este año, su viaje a Chile fue posible gracias a una beca Fulbright 2017 para especialistas, y coincidió con el inicio de las clases del Doctorado. Aprovechamos la oportunidad para realizar una entrevista al Dr. Kaplan, la cual transcribimos a continuación.

El Dr. Rodrigo Villa, coordinador del Doctorado, y el Dr. Kaplan, han realizado investigaciones conjuntas en el sur de Chile.

* ¿Por qué le interesan los glaciares chilenos?

Me interesan por dos principales razones. En primer lugar, los glaciares pueden enseñarnos cómo el clima ha cambiado en el pasado o, naturalmente, antes de los efectos humanos de los siglos XX y XXI. En segundo lugar, la investigación con mis colegas chilenos puede ayudarnos a entender cómo los glaciares y el clima reaccionarán al cambio presente y futuro.

* ¿Qué tipo de información pueden darnos?

Principalmente, el registro geológico o archivo de glaciares nos da información sobre cómo el clima (o el medio ambiente) se ha comportado o cambiado en el pasado. Esto complementa, fuertemente, la investigación de mis colegas aquí en GAIA-UMAG, que se centran, principalmente, en registros marinos y biológicos (polen y árboles) o archivos de cómo el ambiente y el clima han cambiado en el pasado.

* ¿Puede describir los descubrimientos más importantes que usted ha logrado durante los últimos 16 años de estudio?

Un descubrimiento importante es que las Edades de Hielo (los períodos más fríos de la historia de la Tierra) en Patagonia, tienen características similares a las Edades de Hielo en el Hemisferio Norte (Europa, América del Norte). Por ejemplo, en un sentido muy amplio, la parte más fría de la Edad de Hielo ocurre en un tiempo similar en ambos hemisferios, lo cual no es, necesariamente, predicho por nuestra comprensión actual de las causas. Sin embargo, también hay diferencias importantes. Estos incluyen que el clima frío de la Edad de Hielo parece comenzar unos miles de años antes que en América del Norte y Europa. Además, la parte más fría de la Edad de Hielo parece terminar varios miles de años antes de que ocurra en el hemisferio norte.

Un segundo descubrimiento importante es que, a veces, los glaciares parecen expandirse en la Patagonia más que en el Hemisferio Norte. Esto significa que el clima se enfrió, brevemente, varias veces en la Patagonia, quizás más que en Europa y América del Norte. Ésta es un área muy activa de investigación para mí y mis colegas aquí, lo cual es parte de mi Beca Fulbright, porque todavía nos falta comprender estos cambios climáticos y sus causas. Es importante entenderlos, porque nos enseñan cómo era el clima un poco antes de que los efectos humanos se hicieran patentes en el siglo XX. Los cambios climáticos en el pasado proporcionan “el contexto de fondo” para el cambio actual.

Estudiantes de postgrados en Ciencias de la Universidad de Magallanes.

* ¿Qué tipo de objetivos desea obtener con el Doctorado?

Mi programa de investigación se ha beneficiado, enormemente, del trabajo con estudiantes chilenos de Doctorado. De hecho, puedo decir que ha tenido un impacto mayor gracias a mi trabajo con el Doctorado y Magíster en Ciencias chilenos, en los últimos 10 a 15 años.

Por lo tanto, enseñar y estar en Punta Arenas, me permite conocer a la próxima generación de doctorados chilenos, y empezar a trabajar con ellos desde ya. Esto incluye ver cómo los científicos se desarrollan, se gradúan y obtienen empleos en ciencias y en el mundo académico, logros de los que todos estamos muy orgullosos.

* ¿Cuál es la importancia de tener un programa de Doctorado aquí en Magallanes?

En mi opinión, una razón importante es la formación de futuras generaciones de científicos concentrados en convertirse en expertos globales de la zona subantártica, Antártica y Patagonia. La Universidad de Magallanes y su Facultad (de Ciencias) ofrecen una excelente situación o escenario, especialmente, para capacitar a jóvenes científicos, incluidas las generaciones futuras, en problemas relacionados con las cuestiones ambientales, físicas y humanas o sociales que son relevantes para la Patagonia y la Región Subantártica.

Estos jóvenes científicos y la próxima generación, formarán una base para proveer experiencia en temas importantes para el sur de Chile, y la zona subantártica y Antártica. Esta experiencia y conocimiento en el sur de Chile estará disponible a nivel regional (nacional) e internacional.

FUENTE: Comunicaciones UMAG

12 de abril del 2017

Pinguinos afectados por erupciones volcánicas

…”Estudios en la Península Antártica y afectados por erupciones en la Isla Decepción”…

Un equipo internacional de investigadores encontró evidencias que muestran que desde hace miles de años las poblaciones de pingüinos en la Antártica sufrieron el impacto potencialmente devastador de la actividad volcánica.

Las colonias de pingüinos en la península antártica enfrentan los cambios a largo plazo del clima y la cobertura de hielo, pero hasta ahora no se había considerado que podría verse afectados a consecuencia de los volcanes, sin embargo un estudio de sedimentos demuestran que sí han influido en ellas.

El hallazgo se produjo cuando investigadores de Reino Unido, Alemania y Polonia perforaron en el fondo de un lago en la isla Ardley, que alberga a una de las mayores poblaciones de pingüinos papúa (Pygoscelius papua) y llevaron a cabo análisis biogeoquímicos de los sedimentos.

Los resultados de los análisis, publicados en la revista especializada Nature Communications, revelaron que la primera colonia de pingüinos sostenida se estableció en Ardley hace aproximadamente seis mil 700 años.

La colonia experimentó cinco máximos de población durante el periodo Holoceno, fases que terminaron de manera abrupta por grandes erupciones del volcán en la isla Deception, eventos que resultaron en su extinción casi completa, con un promedio requerido de 400-800 años para su recuperación sostenida.

En un artículo, los científicos explican que en los sedimentos encontraron intercaladas capas de residuos de excremento de pingüinos y secciones gruesas de ceniza volcánica, lo que indica que las aves en Ardley eran frecuentemente diezmadas por erupciones.

Durante los últimos siete mil años, al menos cinco erupciones se habrían producido a intervalos regulares en la isla Deception y, aunque antes de cada uno de esos eventos la población de pingüinos había crecido de manera significativa, fue mermada casi por completo.

29 de marzo del 2017

Se inicia el primer Doctorado en Ciencias Antárticas y Subantárticas de Latinoamérica

….”Alumnos y Académicos en el inicio de tan importante desarrollo doctoral”…

Una de las prioridades de la Estrategia Regional de Desarrollo 2020 y de la Política Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación, es ofrecer formación de postgrados en Magallanes. Sintonizada con la realidad local, la Universidad de Magallanes ha definido a la investigación y el postgrado como pilares fundamentales de su actividad académica en su Plan Estratégico Institucional. Ese objetivo se está cumpliendo, en parte, gracias al convenio de desempeño GAIA Antártica, financiado por el Ministerio de Educación y ejecutado por la casa de estudios superiores, cuyo objetivo es “antartizar” Magallanes a través de la educación, la investigación y las actividades de extensión.

El Doctor Michael Kaplan, especialista en historia glacial, viene de la Universidad de Columbia, Nueva York.

Entre otras cosas, dicho convenio comprometió la contratación de nuevos Doctores, y la creación de un Doctorado en Ciencias Antárticas y Subantárticas que se inició este mes de marzo con tres alumnos y 23 docentes con grado de Doctor, en modalidad presencial y por un máximo de 10 semestres. Las primeras clases las han hecho con el docente investigador de la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos, Doctor Michael Kaplan, quien lleva 16 años realizando estudios de historia glacial entre Puerto Varas y la Antártica. Esto es parte de una planificación que incluye contenidos relacionados con cambios climáticos, ecología de ecosistemas, geosistemas, conservación y otros, que se combinarán con los intereses de investigación que traen los doctorantes.

Francisco Aguirre, Ingeniero Civil en Geografía titulado en la Universidad de Santiago que lleva 7 años trabajando en el área ambiental y en modelación, es uno de los alumnos. Para él, uno de los aspectos más interesantes está en la metodología, que es “súper participativa (porque) uno revisa los contenidos y llega a conversarlos y discutirlos. Entonces, (…) en vez de venir a escuchar una cátedra, o de recibir un conocimiento, uno lo adquiere y lo discute”.

Catalina Velasco, Técnico en Inglés y, recientemente, titulada de Biología Marina en Valparaíso, tiene claro que éste será “un año con harto trabajo, harto estudio, pero súper motivante e interesante, porque va a haber hartas salidas a terreno”, asegura. Y agrega que el hecho de que sea un doctorado nuevo “es como tirarte a la piscina; estás apostando harto, y eso también lo hace entretenido y desafiante”. Catalina confía en que lograrán acreditar, sobre todo, por la calidad docente.

Desafío de desarrollo país

El Dr. Rodrigo Villa coordina el programa de Doctorado con apoyo del director de GAIA Antártica, Dr. Juan Carlos Aravena.

Para el Doctor Rodrigo Villa, coordinador del Doctorado, el número de alumnos es ideal para comenzar, porque una “puesta en marcha con 3 estudiantes es mucho más manejable. Y las expectativas es que ellos realmente se sientan a gusto en el programa al que postularon y que ingresaron, y que el programa funcione”. Simultáneamente, el anhelo más importante es lograr la acreditación a diciembre de 2017, lo que implicará mucho trabajo porque “tenemos que lograr, de aquí a septiembre, el informe de autoevaluación y el informe de antecedentes”, subraya.

En tanto, el vicerrector de Investigación y Postgrados asegura que “la Universidad de Magallanes es la única alternativa estatal en la Región, y la única que presenta las capacidades para sustentar programas de postgrado en esta zona”. Además, subraya que así “estamos cumpliendo el objetivo de formar capital humano avanzado, en respuesta a una necesidad regional y nacional de desarrollo científico y tecnológico. También será una manera de incrementar, en forma sustantiva, la actividad científica de nuestra Universidad”, concluyó.

29 de marzo del 2017

Concientizan sobre el cuidado del recurso hídrico en el Día Mundial del Agua

…”Estudiantes del Colegio Miguel de Cervantes y del Colegio Francés fueron los beneficiados de este Taller del Agua”…

La Antártica como la mayor reserva de agua dulce del planeta y la importancia de su resguardo, fue el tema elegido por la Universidad de Magallanes para conmemorar el Día Mundial del Agua.

Estudiantes y profesores de los colegios Francés, Miguel de Cervantes y Villa Las Nieves de Punta Arenas, participaron de la charla dictada por Alfredo Soto, director alterno y coordinador de vinculación con el medio del programa GAIA Antártica, quien explicó las características únicas que posee el continente blanco, además de llamar a la concientización sobre el cuidado del recurso hídrico como factor de desarrollo sostenible de las comunidades.

El agua: un bien vital, pero escaso

El agua dulce es un bien escaso e insustituible y también el fundamento de la vida en el planeta. Es indispensable su protección y conservación para todos los pueblos del mundo y para mantener el equilibrio de los ecosistemas. El 71% de la superficie terrestre está cubierta de agua, pero solo el 2% es potable (dulce).

El agua es clave para el bienestar humano y sólo funciona como recurso renovable si está bien gestionada. Más de mil 700 millones de personas viven en cuencas fluviales sobre-explotadas y para 2025 dos tercios de la población mundial podría vivir en países con escasez de agua. Por ello es preciso tomar medidas para cambiar esta situación. El Día Mundial del Agua se propuso en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992. Cada año el Día Mundial del Agua gira en torno a un lema específico. Para el año 2017 este lema es «Aguas residuales» (Wastewater).

(Fuente: Comunicaciones UMAG)

16 de marzo del 2017

Nuestro Planeta alguna vez fue una Bola de Nieve

…Posible explicación para la extraña era Hiperglacial de hace 717 millones de años…

¿Qué causó la mayor glaciación de la historia de nuestro planeta, conocida como la “Tierra bola de nieve”? Tras años de búsqueda, unos investigadores de la Universidad Harvard en Estados Unidos tienen una nueva hipótesis sobre lo que causó la glaciación desbocada que cubrió con hielo la Tierra de polo a polo.

Diversas investigaciones han situado el comienzo del suceso en unos 717 millones de años atrás, 100.000 años más o menos. En esa época, un gran suceso volcánico devastó un área que iba desde la actual Alaska a Groenlandia. ¿Fue una coincidencia? Los profesores Francis Macdonald y Robin Wordsworth de la Universidad Harvard creen que no.

Ellos argumentan que la actividad volcánica puede tener un gran efecto sobre el medio ambiente, así que la gran pregunta era ¿cómo se relacionaron estos dos sucesos?

Tras descartar algunas alternativas, se determinó que los aerosoles emitidos por los volcanes sí pudieron enfriar con la rapidez necesaria la Tierra, aunque bajo ciertas condiciones.

Los análisis hechos en una zona del Ártico canadiense, de la cual se sospecha que fue el escenario de mucha de esa actividad volcánica inicial, mostraron que la materia pétrea expulsada en las erupciones, y que luego conformaría muchas de las rocas de la zona, surgió a través de sedimentos ricos en azufre, que habrían sido empujados hacia la atmósfera durante la erupción, adoptando la forma de dióxido de azufre. Cuando esta sustancia alcanza suficiente altitud en la atmósfera, posee allí una enorme capacidad para bloquear la radiación solar, sobre todo si asciende hasta más allá de la tropopausa, la frontera entre la troposfera y la estratosfera. Si alcanza esta altitud, es menos probable que regrese a la superficie en forma de precipitación o mezclado con otras partículas, lo que extiende su presencia en la atmósfera desde cerca de una semana a aproximadamente un año.

Debido a la deriva continental, hace 717 millones de años la región afectada (la gran provincia ígnea de Franklin) estaba cerca del ecuador, allí donde entraba la mayor parte de la radiación solar que mantiene caliente la Tierra. Así que un gas muy efectivo a la hora de reflejar la luz entró en la atmósfera justamente en el sitio y la altitud adecuados para causar enfriamiento. Pero faltaba una cosa. Las erupciones que lanzaban azufre hacia el aire hace 717 millones de años no eran explosiones únicas de volcanes individuales como el Pinatubo en 1991, que por sí solo tuvo con su erupción un efecto refrigerante medible a escala mundial. Los volcanes de hace 717 millones de años se extendían a lo largo de más de 3000 km a través de Canadá y Groenlandia, y además entraban en erupción de forma continuada, no ocasional. Ante tal escenario, habría bastado más o menos una década de erupciones continuas para lanzar a la atmósfera una cantidad de aerosoles capaz de desestabilizar rápidamente el clima.

Cuanto más hielo, más luz solar se refleja y más se enfría el planeta. Una vez el hielo alcanza latitudes próximas a la actual California, el bucle de realimentación positivo toma el control del proceso y el efecto desencadenado de bola de nieve se hace básicamente imparable.

Fuente: noticiasdelaciencia.com

15 de marzo del 2017

¿De donde viene el Hielo que alimenta el ascenso del nivel del Mar?

Aproximadamente el 99 por ciento de todo el hielo sobre la superficie del planeta se encuentra en las grandes capas de hielo de la Antártida y de Groenlandia, y sólo cerca del 1 por ciento está contenido en los glaciares. Sin embargo, el agua del deshielo de los glaciares contribuyó a la elevación del nivel del mar en el período de 2003 a 2009 casi tanto como la de esas dos capas de hielo: aproximadamente un tercio. Éste es uno de los resultados de un reciente estudio internacional.

El aporte de todos los glaciares a la elevación media global del nivel del mar nunca había sido calculado antes con este grado de exactitud. Un equipo de 16 investigadores procedentes de 9 países ha confirmado que la fusión de los glaciares ha causado aproximadamente un tercio de la elevación observada del nivel del mar, mientras que las citadas capas de hielo aportaron en su conjunto otro tercio, y la dilatación térmica aportó el tercio restante.

Teniendo en cuenta los datos de un inventario global de glaciares que está disponible por primera vez, el equipo de los geógrafos Frank Paul y Tobias Bolch, de la Universidad de Zúrich en Suiza, ha conseguido determinar los cambios en la masa de los glaciares con mucha más precisión que antes.

Los resultados muestran que casi todas las regiones que contienen glaciares perdieron masa entre los años 2003 y 2009, principalmente en la zona ártica de Canadá, en Alaska, la costa de Groenlandia, el sur de los Andes y en el Himalaya. En cambio, los glaciares en la Antártida, que son las masas de hielo más pequeñas que no están conectadas a la capa principal de hielo, hicieron un aporte ínfimo a la elevación del nivel del mar durante este período. Estas conclusiones difieren considerablemente de las estimaciones anteriores, que planteaban que los glaciares antárticos constituyeron alrededor del 30 por ciento de la pérdida global de hielo en el período de 1961 a 2004.

Los nuevos resultados tienen consecuencias importantes para los estudios sobre el balance de hielo del planeta realizados en el pasado: En opinión de los autores de la nueva investigación, hay que revisar de nuevo las estimaciones globales previas sobre la contribución de los glaciares a la elevación del nivel del mar.

En el nuevo estudio también han trabajado Alex S. Gardner, Geir Moholdt, J. Graham Cogley, Bert Wouters, Anthony A. Arendt, John Wahr, Etienne Bertier, Regine Hock, W. Tad Pfeffer, Georg Kaser, Stefan R. M. Ligtenberg, Martin J. Sharp, Jon Ove Hagen y Michiel R. van den Broeke.

Fuente: noticiasdelaciencia.com

10 de marzo del 2017

Destacan labores de investigadora de la Umag en Expedición antártica

…”Guisella Gacitúa, investigadora Umag, considerada la científica que hace hablar a los Hielos”….

La Antártica es un continente con 14 millones de kilómetros cuadrados, tiene casi dos veces el tamaño de Australia y está en un 98% cubierto de hielo. Un enorme pedazo de tierra de climas extremos y, por lo tanto, uno de los lugares menos explorados de nuestro planeta. Si la ciencia tiene aún varias preguntas pendientes sobre la Tierra, seguramente la Antártica guarda varias de esas respuestas.

Circunnavegar la Antártica completa, en todo su perímetro, es un desafío que pocos han logrado. Se tiene registro de unas diez exploraciones que lo han hecho, pero sólo con fines exploratorios, para dar cuenta de su geografía, su fauna y ojalá develar algunos de sus misterios. Pero la iniciada en diciembre pasado y liderada por el Instituto Polar Suizo es la primera con verdadera relevancia científica. ACE (Antarctic Circumnavigation Expedition) tiene una misión específica: contribuir al conocimiento del Continente Blanco y su particular interacción con el océano.

Tres chilenos se embarcaron en esta nueva aventura y, como en El Definidos somos fans de la Antártica, quisimos conocer más sobre su experiencia. Esto es lo que una de ellas nos contó.

Una apasionada de los hielos antárticos

Guisella Gacitúa, miembro del Programa GAIA-Antártica de la Universidad de Magallanes, fue una de las científicas chilenas que se embarcó en la nave rusa Akademik Treshnikov. Ella estudió Ingeniería Electrónica en la Universidad Austral (es oriunda de Valdivia), e hizo un Doctorado en Geociencias en Dinamarca. En total, lleva unos diez años estudiando glaciares, hielos y el clima del continente antártico. Pero su interés es aún más específico: ella practica una ciencia llamada radioglaciología, es decir, el estudio de los hielos aplicando radares: “se trata de la aplicación de métodos geofísicos para el estudio de los cuerpos de hielo”, nos explica.

Mediante la aplicación de esta tecnología, Guisella es capaz de hacer “hablar” a los hielos, pues guardan secretos de miles de años que resultan muy reveladores a la hora de entender los cambios actuales en el clima. Al parecer, el agua y la tierra de la Antártica, tienen mucho que decirnos sobre la historia de nuestro planeta.

La expedición: ¡tres chilenos a bordo!

Gracias a esta expertise, Guisella fue llamada a formar parte de ACE junto a otros dos científicos chilenos. Ella se unió a la expedición el 22 de enero, saliendo de Hobart, en Tasmania (Australia), para llegar a Punta Arenas un mes después. No realizó la circunnavegación completa, pero sí formó parte importante de un tramo y junto a ella navegó la bióloga marina chilena Beatriz Salgado, como observadora científica. Luego de su arribo en febrero a Chile, un tercer chileno subió a bordo del Akademik Treshnikov, el biólogo Javier Naretto, quien actualmente se encuentra formando parte de la expedición.

Los 60 científicos de 30 países distintos que forman parte de ACE, pertenecen a disciplinas diversas, interesados en el estudio de la atmósfera, el océano, el clima, el hielo y la biodiversidad. Pero si hay algo que comparten es la importancia que le otorgan a la Antártica respecto al resto del planeta. De acuerdo a Guisella, “lo que tiene de especial esta circunnavegación, es que es la primera que tiene un carácter internacional, y con fines totalmente científicos. Que además sea toda una aventura, es un agregado”.

Leyendo el pasado en los hielos

Esta no fue la primera vez de Guisella en el Continente Blanco, pues ha tenido la suerte de visitarlo en tres ocasiones anteriormente. Pisaba terreno conocido e iba a hacer lo que más le gusta: un proyecto de carácter glaciológico a bordo de una expedición internacional, llena de renombrados científicos. Su investigación en particular, la desarrolló en conjunto con Gino Cassasa (Universidad de Magallanes) y Liz Thomas (BAS: British Antarctic Survey)). ¿Cuál era su objetivo?

Encontrar “testigos” (así llama a los hielos) que la ayudaran a caracterizar las islas que están en la ruta de la circunnavegación: “Nuestro proyecto se llama Reading Antarctic’s Past in Ice Cores(Lectura del pasado antártico en los núcleos de hielo). Los objetivos del proyecto son la extracción de testigos de nieve y hielo, de aproximadamente 20 metros de profundidad, y la cuantificación y caracterización del hielo de estas islas”.

Al grupo de investigadores les urgía leer, literalmente, estos “testigos” con el fin de estudiarlos antes de que el calentamiento global destruya ese valioso archivo climático.

Para llevar a cabo esta importante misión, necesitaban de un equipamiento muy sofisticado: radares de penetración terrestre (GPR), que se utilizan para detectar estructuras bajo el nivel del suelo. Sin embargo y pese a la importancia del requerimiento, estos nunca llegaron, lo que fue un duro golpe para su investigación: “Lamentablemente gran parte de nuestro equipo de medición, enviado desde Santiago a Hobart, sufrió varios retrasos en el transporte y no llegó a tiempo para el inicio de la travesía. Fue muy decepcionante, pero esas cosas pasan y hay que adaptarse”.

Afortunadamente, un GPR si llegó a bordó y les sirvió para realizar estudios en cinco lugares diferentes, “lo que es totalmente extraordinario”, dice con entusiasmo Guisella. Adapándose a la circunstancias adversas, pudieron obtener resultados provechosos. El hielo será transportado al BAS y luego analizado para estudiar la información que la nieve precipitada guarda respecto al clima reciente. ¿Y cuál es la importancia de todo esto, según Guisella?

“La Antártica nos está dando señales. Sus registros son muy importantes para saber cómo eran las condiciones climáticas en el pasado. Ellos indican que -independientemente de los ciclos naturales de la Tierra- la actividad humana tiene mucho que ver con los efectos del clima actual en el mundo entero”.

Una conclusión alarmante pero que, con la debida investigación, puede brindarnos muchas luces sobre la manera en que debemos actuar para mermar las consecuencias de estos cambios (mira este artículo en que te mostramos por qué la influencia humana sobre el cambio climático es real).

El día a día en una expedición antártica

Fueron 5 días de trabajo intenso en los glaciares. Cuando sabían que podían encontrar “testigos” valiosos, se levantaban temprano y tomaban un helicóptero, cargados como equecos con equipos de trabajo y montaña, que los llevarían a la zona de interés. Buscaban entonces un lugar adecuado y sin grietas en donde iniciar su trabajo, “no hay mucho espacio para relajarse ni disfrutar el paisaje”, agrega.

Aquellos días en que no estaban en terreno, los pasaban a bordo, navegando a través del Continente Blanco, organizando los datos recolectados y ordenando todo para la siguiente parada. En esos momentos sobraba el tiempo libre. El barco estaba lleno de gente y había poco espacio, así que había que armarse de paciencia, ir a cubierta, mirar el horizonte, esperar a avistar alguna ballena cerca o, en caso contrario, contentarse con ver algún ave.

“Teníamos casi diariamente sesiones de intenso ejercicio en el helipuerto del barco, el único espacio abierto. Fue una buena iniciativa de uno de los ingenieros de los helicópteros que comenzó tímidamente, pero que se fue haciendo muy popular, pues ayudaba bastante contra el hacinamiento. Al final de la travesía estábamos haciendo flexiones y otros ejercicios con viento, lluvia y nieve”.

Como el barco era ruso, Guisella nos cuenta que la comida era muy diferente a lo que conocía, “los rusos no son muy famosos por la buena mesa, era sí abundante, sentía que la comida era más bien una diferencia cultural”. Agrega que, más allá de la alimentación, las barreras culturales se sentían también en el idioma, “pero de todas formas eran gente humilde y dispuesta a colaborar”, dice afirmando el espíritu científico que reinaba en el Akademik Treshnikov.

“La ciencia no tiene fronteras”

La Antártica es un continente inmensamente rico, pues cuenta con uno de los recursos más valorados por la humanidad, en abundancia: agua. Eso, además de preciados recursos minerales como oro, petróleo y titanio. Afortunadamente, esa riqueza se encuentra protegida, pues el año 1961 doce países firmaron un tratado en que se reserva el territorio únicamente para investigación científica. Hasta el año 2015, 52 países habían adherido al Tratado Antártico, ¿continuará este continente para siempre conservando esta categoría de suelo vírgen?

La respuesta es relativa y probablemente las consecuencias del cambio climático tengan un papel importante en la desición final. Guisella comenta que “la Antártica es un continente que no le pertenece a ningún país. Existe un tratado que estipula la libertad de cualquier nación a colaborar con la ciencia y el conocimiento, principalmente de manera pacífica. Pero lo que hay, es muchos países intentando repartir la Antártica. Yo honestamente espero que continúe así, como un lugar prístino, libre de banderas -aunque haya muchas- e intereses comerciales”.

Chile, por ser uno de los doce países que originalmente firmó el tratado y además la frontera norte de un importante trozo del Continente Blanco, juega un rol importante en el futuro de la Antártica: “El papel de Chile, como el de todos los países que firmaron el tratado y de los muchos que intentan integrarse, es conservar la Antártica y colaborar en el desarrollo de la ciencia. Afortunadamente, el propósito de la expedición está en línea con estos principios. El eslogan de ACE es `Science has no borders´ (`La ciencia no tiene fronteras´) y me satisface haber sido parte de esto, sobre todo cuando las relaciones internacionales en general apuntan hacia otra dirección”.

Entre más investigaciones surjan en torno al papel de la Antártica en nuestro planeta, mayor certeza tendremos sobre la importancia de preservar este helado pedazo de tierra. Es de esperar que los hielos le sigan hablando a hombres y mujeres como Guisella, quienes tienen el don de leerlos y contarnos sobre su pasado, para poder planificar un mejor futuro.

Fuente: eldefinido.cl

08 de marzo del 2017

Glaciar PIO XI en la Patagonia Chilena

…Esta imagen captada  por el satélite estadounidense Landsat 8 muestra parte del Parque Nacional Bernardo O’Higgins, situado en el sur de Chile…

Este parque alberga gran parte del Campo de hielo Patagónico Sur, la segunda mayor extensión de hielo continuo más allá de los polos.

Los campos de hielo, que por su clasificación ocupan menos de 50.000 km2, están formados por una gran acumulación de nieve, que se convierte en hielo por el efecto de años de compresión y congelación. Condicionados por la topografía subyacente, los glaciares suelen formarse en las márgenes de los campos de hielo, donde las masas de hielo se van desplazando.

El Campo de hielo Patagónico Sur es el mayor de los remanentes del Hielo Continental Patagónico, que cubría todo el sur de Chile durante el último periodo glaciar, hace unos 12.000 años.

Uno de los mayores atractivos de la zona es el Glaciar Brüggen, o Glaciar Pío XI, que puede verse en la esquina inferior izquierda de la imagen. Se trata del mayor glaciar del hemisferio sur fuera de la Antártida y, en su avance, primero llegó hasta la margen occidental en los años sesenta del siglo XX, para después continuar hacia el norte y el sur.

Justo por encima del glaciar podemos apreciar cómo las aguas del Lago Greve aparecen, en esta imagen en falso color, más claras que otras masas de agua. Esto se debe a la presencia de finos sedimentos en suspensión, conocidos como ‘leche glaciar’, producidos por la erosión de los lechos rocosos en contacto con el glaciar.

Otra figura geológica destacada de la zona es el volcán Lautaro, en activo y cubierto de hielo, que se ve en la parte inferior central de la imagen.

(Fuente: ESA)

07 de marzo del 2017

Se descubre el pingüino gigante fósil más antiguo

Pingüino gigante comparado con el pingüino emperador y un humano.

(Imagen: Senckenberg Gesellschaft für Naturforschung)

Un equipo internacional de expertos ha descrito un fósil recientemente descubierto de un pingüino gigante, calificado con este adjetivo por su longitud corporal de alrededor de metro y medio, claramente superior a la de muchas otras especies de pingüino. Se remonta al periodo Paleoceno y, con una antigüedad aproximada de 61 millones de años, se cuenta entre los fósiles de pingüino más antiguos en el mundo. Su estructura ósea era notablemente distinta de la de otros pingüinos fósiles de antigüedad similar, lo cual indica que la diversidad de los pingüinos del Paleoceno era más alta de lo supuesto previamente.

En su estudio, el equipo de Gerald Mayr, del Instituto Senckenberg de Investigación y Museo de Historia Natural de Fráncfort en Alemania, postula que la evolución de los pingüinos se inició mucho antes de lo que se ha venido creyendo, probablemente durante la era de los dinosaurios.

Los yacimientos fósiles a lo largo del río Waipara, en la región de Canterbury, en Nueva Zelanda, son bien conocidos por sus fósiles de tipo aviar, los cuales quedaron incrustados en arenas marinas apenas 4 millones de años después de la extinción de los dinosaurios. Entre los hallazgos realizados en estos yacimientos, son de particular importancia los esqueletos de Waimanu, el pingüino más antiguo conocido hasta la fecha.

Lo que más llama la atención en el pingüino fósil analizado por Mayr y sus colegas es que hay obvias diferencias entre él y otros pingüinos fósiles descubiertos previamente y que datan de este periodo de la historia natural. Los huesos de las patas que examinaron muestran que, durante su vida, el pingüino ahora descrito era notablemente más grande que sus parientes evolutivos ya descritos.

El citado pingüino, que vivió hace unos 61 millones de años, alcanzó una longitud corporal de aproximadamente 150 centímetros, lo que lo convierte en casi tan grande como el Anthropornis nordenskjoeldi, el mayor pingüino fósil conocido, que vivió en la Antártida hace aproximadamente entre 45 y 33 millones de años, siendo por tanto mucho más reciente que el ahora descrito.

Los resultados del estudio se han hecho públicos a través de la revista académica The Science of Nature, editada por Springer.

Fuente: NCYT

inicio atrás arriba


Centro de Investigación GAIA Antártica

Domo Antártico • Avenida Bulnes 01855 • Punta Arenas • Chile
Teléfono: +56 61 207180 • Email: patricia.jamett@umag.cl