UMAG es la primera universidad pública en incorporarse al informe epidemiológico de variantes SARS-COV-2

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-La casa de estudios es una de las cuatro entidades que se encuentra reportando datos a nivel país.

Equipo vigilancia genómica CADI UMAG acompañado por la directora del recinto (al centro), Karena Espinoza.

Además de ser uno de los centros de referencia del diagnóstico de COVID-19 en la zona más austral de nuestro país, recientemente, el CADI de la Universidad de Magallanes (UMAG), pasó a ser el primer laboratorio universitario estatal en formar parte del Informe Epidemiológico de Variantes SARS-COV-2 que publica el Ministerio de Salud para dar a conocer los resultados de la vigilancia genómica que se mantiene a nivel nacional, a objeto de describir la situación epidemiológica con relación a las variantes que actualmente circulan en el territorio.

Así lo dio a conocer la directora asistencial docente del recinto científico, Karena Espinoza, quien aseguró que, durante la pandemia, la Universidad logró consolidar el proceso de secuenciación del virus y, con ello, fortalecer este “observatorio” de vigilancia genómica en Magallanes, lo que permitió sumar una nueva contribución al manejo de la crisis sanitaria, una iniciativa que contó con el valioso aporte del Gobierno Regional que otorgó recursos para dar pie al inicio del programa.

“Nuestro laboratorio ya cuenta con el personal, con el equipo y también pudimos conseguir fondos, del Gobierno Regional, a quienes agradecemos, para poder dar continuidad a la secuenciación genómica. Y gracias al trabajo colaborativo que hemos hecho tanto con la Seremi de Salud de Magallanes, el Ministerio de Ciencia, el Ministerio de Salud, el Servicio de Salud Magallanes y los aportes por parte del Gobierno Regional y el Consejo Regional, hoy somos parte de la Red de Vigilancia Genómica y también la segunda institución a nivel país, después del Instituto de Salud Pública, que aporta mayor número de muestras de secuenciación, de análisis de variantes, para los informes epidemiológicos del Ministerio de Salud”, resaltó la profesional.

Según subraya este reporte, el laboratorio de la Universidad de Magallanes se incorpora con un total de 75 casos de SARS-COV-2 secuenciados, todos provenientes de residentes de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena en el período comprendido entre el mes de abril a junio de 2021. Las otras instituciones participantes son el Instituto de Salud Pública (ISP) -con la mayor cantidad de muestras secuenciadas (4.468 casos)-, la Red UC Christus y la Universidad Andrés Bello (Clínica Indisa).

La Universidad de Magallanes a través del Laboratorio de Medicina Molecular del CADI, inició el trabajo de vigilancia genómica a mediados de 2020, siendo una de las primeras instituciones a nivel país en comenzar la secuenciación de las variantes del COVID-19. De hecho, este tipo de investigación hizo posible una publicación científica respecto al tema, estudio que reveló, finalmente, nueve mutaciones del virus en la zona. El equipo, multidisciplinario, en tanto, está conformado por médicos/as, biólogos/as, tecnólogos/as médicos/as, técnicos en enfermería, analistas de laboratorio, bioquímicos, ingenieros informáticos y bioinformáticos, la mayoría estudiantes de postgrado.

La bióloga Inés Cid extrae las muestras secuenciadas desde el biobanco del Laboratorio de Medicina Molecular CADI UMAG.

“Vamos en una etapa mucho más avanzada”

Sobre los detalles de este procedimiento de laboratorio que entrega, a su vez, insumos constantes a la estrategia epidemiológica a nivel local encabezada por la Seremi de Salud, la directora del CADI, subrayó que hay una coordinación permanente con la autoridad sanitaria en el sentido que “cuando hay casos positivos y que son de importancia o de vigilancia epidemiológica, ellos nos informan el listado de esos pacientes y nosotros hacemos el análisis que después les reportamos”, señaló.

Al respecto, Constanza Ceroni, analista de Laboratorio, agregó que “la coordinación la hacemos con la Seremi para derivar desde la provincias y hoy estamos viendo el tema de las fronteras, cosa de poder pesquisar y estar preparados ante la eventual llegada de turistas”. En ese sentido, dijo que una de las ventajas de implementar la vigilancia genómica en la región es poder actuar a tiempo. “Nosotros nos estamos demorando entre 3 y 4 días en entregar los resultados de la secuenciación y reportarlos a la autoridad”, comentó.

Para el tecnólogo médico Jorge González, todo este avance es fruto de una decisión anticipada y visionaria por parte de la Universidad. “La verdad es que estamos en una etapa mucho más avanzada que el resto de las universidades porque nosotros ya veníamos realizando este tipo de trabajo desde el año pasado porque sabíamos que había que hacerlo desde un principio. Apenas partió la pandemia e implementamos la PCR, inmediatamente ya estábamos planificando la vigilancia genómica para la región así que seguimos replicando el método que ya teníamos desde el año pasado”, aseveró.

En torno a las proyecciones, destacó que “ojalá poder aportar a otras regiones ya que no sabemos muy bien la capacidad real que tienen otros territorios y, en ese sentido, la Universidad está preparada para poder apoyar, y por qué no, ser un lugar de referencia para poder continuar con la vigilancia genómica tanto en la región, como en el país”.

Sobre la realidad de las variantes en Magallanes, dijo que actualmente predomina la conocida como brasileña o P1, que corresponde a más del 50% de las cepas que han secuenciado, y la segunda es la variante Andina o C37 que está en alrededor de un 20% a un 30%. La variante Delta, en tanto, aún no ha sido detectada en la región.

El tecnólogo médico Jorge González en proceso de secuenciación.