Climatólogo: “Si continuamos así, tendremos el marzo más frío desde 2002″

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Por Patricio Piña Fernández, Comunicaciones UMAG

Fotografías: Mónica Araus, Comunicaciones UMAG

- Según informó el climatólogo del Instituto de la Patagonia de la Universidad de Magallanes (UMAG), Nicolás Butorovic, desde el 11 de febrero hasta la fecha, la temperatura de Punta Arenas está promediando 7,4°, un grado menos que en el mismo período de 2022.

El lunes 20 de marzo comenzó el otoño y con ello, el inicio de los meses más fríos en el hemisferio sur. Según Nicolás Butorovic, climatólogo del Instituto de la Patagonia de la Universidad de Magallanes (UMAG), hasta la fecha ha habido un descenso de las temperaturas que, si bien es lógico en este cambio de estación, marcó el último mes estival en Punta Arenas.

“Si seguimos así, porque la temperatura va a seguir bajando, tendremos el marzo más frío desde 2002; lo que llama la atención”, dice Butorovic, afirmando que el verano prácticamente culminó el 11 de febrero en Magallanes, ya que, desde esa fecha, en adelante, la temperatura en la capital regional está promediando 7,4°, un grado menos que en el mismo período del año pasado.

Siguiendo esta comparativa, si bien abril del 2022 siguió bajo en términos térmicos, en mayo y junio las temperaturas subieron. “Eso es medio atípico y hace que el promedio siempre esté oscilando en Punta Arenas en unos 6,5°. En años anteriores hemos tenido 7,2° y 7,4°; lo que es un grado bajo lo normal, lo que es bastante. Ya medio grado sobre lo normal es bastante acá en Punta Arenas”, aclaró.

En cuanto a las precipitaciones, enero del presente año inició con casi 25 milímetros de precipitaciones en Punta Arenas, lo que si bien fue bajo el promedio, aumentó considerablemente en el mes siguiente con casi 45 milímetros, superando así el promedio histórico de febrero que es de 32 milímetros. En tanto, en el transcurso de los primeros 20 días de marzo se han acumulado un total de 30 milímetros, siendo 45 milímetros el promedio mensual.

“Tenemos un pequeño déficit de tres milímetros solamente. Comparado al año pasado teníamos 40 milímetros para atrás, lo que era bien considerable, dado que en los meses posteriores, todo lo que es otoño e invierno en Punta Arenas, son de precipitaciones altas. Esto lo dice el respaldo de 52 años de datos que tenemos en la estación Jorge C. Schythe”, indicó.

Asimismo, también informó que las precipitaciones en otoño e invierno del año pasado fueron escasas hasta llegar a la estación primaveral. “Luego de esos meses, que estadísticamente son los más secos, no nos pudimos recuperar en cuanto al déficit, ya que hubo 344 milímetros de precipitaciones siendo el año más bajo desde el 70’. Antes teníamos un récord de 354 milímetros que fue en 1974, siendo ese el año más bajo en precipitaciones”, dijo.

A diferencia del año pasado, en 2023 aún no hay un déficit, es decir, todavía se pueden recuperar las precipitaciones en lo que resta de marzo, abril y mayo, junto a la estación invernal. No obstante -por lo pronto-, este pronóstico no se puede determinar con exactitud.

Con el propósito de tener información climática oportuna y en tiempo real, el Instituto de la Patagonia junto a la Dirección Meteorológica de Chile (DCM), pusieron en funcionamiento una estación automática de clima en Punta Arenas, que fue instalada en 2016 en la estación meteorológica Jorge Schythe del centro universitario.

¿Y la nieve?

Butorovic cuenta que solo en julio del año pasado hubo temperaturas extremas en la capital regional, es decir, bajo cero y con nevazón, sin embargo, aún no se puede proyectar el invierno de 2023. “Lo que sí se puede confirmar es que, en cuanto al inicio de otoño, está haciendo frío. En julio del año pasado tuvimos casi 35 centímetros de lluvia, lo que no ocurría desde el 2015. Hay que tomar en cuenta, y esto siempre lo repito, que en 2002 fue la última gran nevada, desde fines de abril hasta principios de septiembre, con un metro y 12 centímetros de nieve acumulada”, detalló el climatólogo.

Desde esa fecha hasta la actualidad la nieve empezó a escasear, tanto así que del 2016 al 2021, ha habido un promedio de 12 centímetros en invierno; con un promedio nevazón de 10 días en tres meses.  Esto se debe a que -según explicó Butorovic- sube la temperatura del aire muy rápido, siendo la característica principal para que la nieve perdure que la temperatura mínima se mantenga menor o igual a -3 grados durante tres días seguidos, lo que no sucede.

“A veces tenemos la situación de que nieva a las dos o tres de la mañana y tenemos tres grados bajo cero, pero ya a las 11 o 12 del día hay cuatro grados sobre cero en el centro de la ciudad, entonces la nieve se va rápidamente. Esto a excepción de lo que comprende la Avenida Frei hacia arriba. La ciudad ha crecido hacia el cerro y ahí la temperatura es menor, el viento es mayor y la nieve alcanza a durar más”, señaló.