Escritor Christian Formoso obtiene importantes logros en su carrera al doctorado

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El destacado escritor magallánico  y ganador del premio Pablo Neruda a nivel nacional en 2010, Christian Formoso, es profesor de inglés por la Universidad de Magallanes.

En los últimos años, ha estado concentrado en un desafío académico que, a la fecha, le ha otorgado importantes logros en su carrera profesional y que, cree, serán un aporte en el proyecto educativo de la universidad al regreso de su estadía en el extranjero.

Se trata del Doctorado en Lenguas y Literaturas hispánicas que está cursando en la Universidad Stony Brook de New York, Estados Unidos, y que está a punto de terminar tras entregar, recientemente, su tesis doctoral.

Desde el país norteamericano, Formoso se refirió a estos frutos, uno de los cuales se concreta este jueves 7 de mayo, con una conferencia de una hora, abierta a la universidad, sobre su proyecto de tesis, actividad que lleva por nombre Provost’s Graduate Students Lecture Series.

Sobre este tema, el escritor comentó que “fui seleccionado junto con otros cuatro candidatos a doctor de Stony Brook –de las áreas de Teoría y Análisis Cultural, Inglés, Ingeniería Eléctrica y Biología Molecular y Celular- para realizar esta cátedra, que es el reconocimiento más prestigioso que otorga la universidad a quienes cursan este posgrado”.

Su conferencia, titulada “Heterotopias in the Magellan Space: From Armas to the Utopia of the Antarctic and the Kawésqar Flag”, explora cómo un corpus de crónicas, poemas y documentos se esfuerzan por representar a los territorios más meridionales del continente americano, el Estrecho de Magallanes y Tierra del Fuego, como “otro espacio” (heterotopía). Él sugiere que muchas de estas representaciones fueron producidas para apoyar el proyecto político hegemónico del momento, mientras que otros fueron creadas para abrir un camino hacia la justicia social.

Además, en junio de 2014, fue galardonado con The Tinker Foundation’s Field Research Grants for Latin America and the Caribbean, beca de investigación doctoral de campo, que financió su viaje desde New York a Santiago y Punta Arenas (incluyendo estadía en la capital) en agosto de 2014 y por un período de dos semanas para desarrollar investigación en la Biblioteca Nacional y en Magallanes.

Su perfil académico ya está en la web del College of Arts and Sciences.

-¿Qué significa para ti, en lo académico y personal, estar afrontando este desafío?

“En lo personal, lo viví con mi esposa Janina, y mis hijos Dante y Nicolás. Y significó para nosotros una apertura cultural importante. Vivir en un espacio multicultural implica conocer subjetividades distintas y aprender a valorarlas y a convivir con ellas. Es un desafío bello que, bien llevado, es pura ganancia en el mejor sentido del término, el compartido.

En lo académico, antes, entre 2007 y 2009, estuve en Villanova University, en Filadelfia,  así que totalmente nuevo no fue, aunque sí, distinto. Stony Brook, y Columbia (donde también tomé clases esta vez) me enfrentaron a ritmos y a niveles de exigencia diferentes. También cuentas con medios diferentes al chileno, en aproximaciones y en circulación de ideas y prácticas y recursos.

El desafío mayor es relacionarte con esas diferencias desde una mirada crítica y selectiva, siempre productiva; y desafiar uno mismo su propia mirada en el contexto de las muchas miradas posibles con que te encuentras. De eso, debe salir necesariamente algo nuevo, sin perder nada significativamente hondo de lo, culturalmente, propio. Una suerte de transculturación “buena”, en términos de Rama, si quieres”.

-¿Qué aporte, en particular, crees que vienen a realzar estos logros en el proyecto educativo de la Umag?

“Soy ex alumno de la Universidad y vuelvo a Magallanes porque quiero compartir allá lo que he ido aprendiendo hasta ahora, y seguir aprendiendo allí. Y porque siento que Magallanes es mi lugar. Estoy muy agradecido de que la Umag vaya a hacerlo posible.

Mi campo de investigación tiene que ver con las representaciones del espacio magallánico, y el desplazamiento de las miradas sobre él desde una posición hegemónica hacia un espacio contrahegemónico o de apertura hacia la justicia social. La Universidad es un espacio que, en el mejor de los casos y en un sentido amplio, encuentra su sentido poniendo en práctica esos desplazamientos. También ha desarrollado propuestas y proyectos significativos en esa línea. Sólo por nombrar uno, el proyecto POEMA con la comunidad kawésqar, que estudio precisamente en parte de mi tesis. Y entiendo que se está produciendo un proceso de apertura hacia la participación y la democratización del proyecto universitario. Es el ámbito y es el tipo de mirada que más me motivan, y al que quiero aportar desde la enseñanza y la investigación”.