Exposición Laura Sánchez, académica Centro Univ. UMAG Coyhaique.

Los días jueves 28 y viernes 29 de marzo se realizó, en el Centro Universitario de Coyhaique, una nueva charla sobre biodiversidad enfocada en hongos, la que culminó con una salida a terreno para el reconocimiento de esta especie en la Reserva Nacional Río Simpson.

El encuentro, que tuvo por objetivo promover la investigación científica mediante el aprendizaje activo, estuvo abierto a toda la comunidad interesada en el reino fungi (hongos), destacando la gran variedad, su biología, morfología, reproducción, diversidad, clasificación, importancia y uso.

La integrante del proyecto e ingeniera en alimentos, Lorna Moldenhauer destacó que este tipo de actividades se vienen desarrollando hace bastante tiempo y que están enfocados mayormente en la biodiversidad, para intentar acercar el conocimiento a la gente.

Una de las expositoras del encuentro fue la académica y bióloga Laura Sánchez, quien lleva un buen tiempo desarrollando esta iniciativa, orientada al cuidado de los bosques y la puesta en valor de especies comestibles de hongos. “La charla tuvo bastante convocatoria. Si bien, el tema de los hongos, antiguamente, era algo bien oculto y poco conocido, gracias a iniciativas como el proyecto Hongusto, que se desarrolló hace dos años, ha permitido la puesta en valor de esta especie que muchas veces se pierde y que la gente necesita y le interesa aprender”, señaló la académica.

Los principales asistentes a la actividad fueron estudiantes de la carrera de turismo, personas que tenían conocimientos técnicos, trabajadores del área gastronómica, biólogos,  fotógrafos y artistas. La instancia permitió abordar también, un tema de interés científico, pero que se puede ver desde distintas áreas.

Luego de la salida a terreno se pudo realizar un taller práctico en el laboratorio del Centro de Estudios Universitarios Coyhaique de la Universidad de Magallanes, donde se pudo ver muestras en microscopios, como esporas, y aprender a consumir los hongos silvestres comestibles. “Muchas especies se pierden por el desconocimiento y no se consideran en la dieta. Aprendimos a prepararlos y como secarlos para aumentar su vida útil”, señaló Moldenhauer.

Según apunta la ingeniera en alimentos, hoy en día la ciencia no funciona como una isla, sino que de a poco se han abierto canales de divulgación que sean claros y sencillos para llevar la ciencia a toda la comunidad.