Estudian microorganismos involucrados en emisiones de metano y su contribución al calentamiento global

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-La iniciativa involucra el desafío de abrir una nueva línea de investigación en la Universidad de Magallanes, que tiene como eje central los ciclos biogeoquímicos en escenarios de cambio climático.

-Se trata de un proyecto internacional donde la casa de estudios es una de las dos entidades chilenas que forma parte de este consorcio de grupos de investigación.

Investigadores del proyecto realizan análisis de agua y mediciones de gases de efecto inverrnadero en Cabo de Hornos.

Desde 2016, la Universidad de Magallanes (UMAG) forma parte de un proyecto ERANet-LAC para investigación conjunta a nivel internacional llamado METHANOBASE: “biodiversidad metanogénica y actividad en los ecosistemas árticos, subárticos y subantárticos afectados por el cambio climático”, una iniciativa científica de alto impacto, en la que colaboran instituciones de investigación de América, Europa y Asia.

El metano es un importante gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global. Por ello, este trabajo de investigación tiene como principal objeto de estudio el ciclo del metano y sus comunidades microbianas en ecosistemas polares y subpolares. Del estudio, se busca generar una gran base de datos de los microorganismos y emisiones, que permita evaluar la respuesta de estos microorganismos de altas latitudes, frente a un aumento de temperatura.

Maialen Barret, profesora asociada del Laboratorio de Ecología Funcional y Medio Ambiente (ECOLAB) de la Universidad de Toulouse, Francia, y co-directora del proyecto junto con Léa Cabrol (investigadora en la Pontificia Universidad Catolica de Valparaiso, Chile/Instituto Mediterraneo de Oceanologia, Marseille, Francia), visitó la UMAG a fines de marzo pasado en el contexto del año de cierre de esta investigación. Reunida con el equipo local, explicó que se hizo el muestreo en los ecosistemas árticos y subárticos (Alaska y Siberia), y subantártico (Región de Magallanes y Antártica Chilena), por lo que ya cuentan con una gran cantidad de información para procesar.

“Tenemos un montón de experimentos que todavía están en progreso, y de datos que aún necesitamos analizar para entender mejor cómo funciona el ciclo del metano, y cómo podrá ser la respuesta de ese funcionamiento y de los actores de ese funcionamiento en un escenario de cambio climático”, dijo la investigadora, haciendo hincapié en que seguirá la colaboración con los equipos científicos de cada país involucrado, después de que el proyecto termine a fines de 2018.

Norte de Siberia Complejo típico de Palsa afectado por el cambio climático.

Alaska. Ejemplo de ecosistema estudiado por el proyecto ERANET LAC.

Alianza internacional

Esta iniciativa internacional es posible gracias a la alianza entre las Universidades de Magallanes y Pontificia Universidad Catolica de Valparaíso de Chile, Cinvestav de México, Fairbanks de Alaska, Tromso de Noruega, el grupo ECOLAB de Toulouse, Francia, el grupo Biodiversity and Evolutions Genomics de Bélgica, el laboratorio de Geocriología de Igarka, Russia y el IIBCE de Montevideo, Uruguay. Cada una de estas instituciones conformó un equipo de investigación destinado a avanzar en el estudio de la estructura de las comunidades microbianas ligadas al ciclo del metano, y su relación con las condiciones ambientales donde viven.

A nivel regional, este grupo está conformado por la Dra. María Soledad Astorga, directora ejecutiva y representante institucional de la UMAG en el proyecto; el Dr. Andrés Mansilla, especialista en Botánica y jefe del laboratorio de Macroalgas, y Karla Martínez y Armando Sepúlveda, investigadores postdoctorantes del Departamento de Ciencias y Recursos Naturales, quienes, además, ya se encuentran liderando proyectos FONDECYT de iniciación tras su incorporación a la UMAG.

Al respecto, la Dra. María Soledad Astorga dijo que este proyecto es el inicio de un nuevo eje prioritario de estudios en la institución, que permitirá a su vez robustecer la formación de postgrado. “Estamos consolidando esta línea de investigación de los ciclos biogeoquímicos aquí en la UMAG, iniciada con la visita del investigador del CINVESTAV-México Dr. Frederic Thalasso, a través de un proyecto financiado por CONICYT, línea que queremos fortalecer en el tiempo, porque, obviamente, con los proyectos que se generen, se va a formar más gente que está estudiando postgrado y, de paso, contribuimos al enriquecimiento de estos programas que ofrece la universidad”, recalcó.

Reunión de trabajo en UMAG por el proyecto ERANET-LAC. De izq. a derecha, Armando Sepúlveda, Karla Martínez, Andrés Mansilla, Maialen Barret y María Soledad Astorga.

Desde el polo sur

“Todo lo que contribuya a obtener respuestas sobre calentamiento global, es muy importante porque, comparativamente, la mayor cantidad de investigaciones o conocimientos que existen, están basados en estudios realizados en el Hemisferio Norte”, afirmó el vicerrector de Investigación y Postgrados de la UMAG, Dr. Andrés Mansilla. “Los cambios globales siempre han sido explicados a través de extrapolaciones desde el Ártico, entorno completamente diferente a los ecosistemas subantárticos y antárticos”, añadió el botánico experto en macroalgas.

La idea de los científicos es generar conocimiento nuevo sobre cuál es el rol de las comunidades habitantes de los distintos ecosistemas en altas latitudes, en las emisiones de carbono y de metano en el calentamiento global. Lo anterior “nos coloca grandes desafíos como institución”, dice el Dr. Mansilla, “porque es primera vez que la Universidad de Magallanes participa de un proyecto multinacional financiado por la comunidad europea, integrado por tantos países tanto del hemisferio norte y sur”.