Martín Centeno es el Coordinador de la Unidad Académica del Departamento de Financiamiento Institucional de la División de Educación Superior del Ministerio de Educación, y no es la primera vez que viaja a Punta Arenas para conocer el estado de avance de los convenios de desempeño que tiene vigentes la Universidad de Magallanes. “Dos iniciando y dos terminando”, dice el profesional, “y todos han demostrado que sirven para fortalecer las áreas de desarrollo escogidas, en este caso, la investigación, la docencia, las pedagogías y las carreras técnicas”.
Centeno se refiere a los Programas de Mejoramiento Institucional GAIA: Conocimiento y Cultura Antártica, Identidad del Fin del Mundo, Vocaciones Pedagógicas y Articulación de Carreras Técnicas. Los dos primeros están en su etapa de finalización, tras hacer un gran aporte en el terreno de las ciencias sociales y naturales, mientras los dos segundos están recién comenzando, con la intención de mejorar el proceso de selección de futuros profesores, y de articular la formación técnica universitaria con la profesional.
Los Convenios Marco
Pero no son los únicos convenios que la Universidad de Magallanes ha firmado con el MINEDUC. Hay uno mayor, que funciona como paraguas de toda la actividad institucional, pues es el compromiso universitario contra entrega de fondos basales de libre disposición que aporta el Estado. Se trata de los convenios marco, que definen un proyecto de mejoramiento global alineado con el Plan Estratégico de Desarrollo Institucional (PEDI) a 5 años plazo, y que permite el trabajo colaborativo con las restantes universidades estatales del país, a través de redes interuniversitarias que persiguen buenas prácticas en la Educación Superior.
En este último punto, la Universidad de Magallanes ya tiene el ejemplo de su alianza con las universidades de La Frontera y de Antofagasta, para el estudio de organismos que habitan en zonas extremas, y que pueden entregar interesantes aplicaciones a la vida humana. “Este trabajo conjunto es una muestra de que la idea de la red no es descubrir la pólvora, sino sumar otra información y competencias a alguien que ya la haya descubierto, para potenciarse a partir de fortalezas diversas y complementarias”, afirma Centeno.
En cuanto a la forma que estos convenios marco dan a la relación entre cada Universidad y el MINEDUC, el directivo afirma que “está funcionando muy bien, pues reduce al mínimo posible las arbitrariedades en la entrega de recursos a las instituciones, al hacerlo contra proyecto”. Ante la pregunta de cuáles son los principales obstáculos de este nuevo mecanismo, Centeno afirma que hay un tema estructural y otro cultural. “La normativa que rige a las instituciones del Estado hace que, muchas veces, el avance sea mucho más lento de lo que el proyecto requiere, retrasando, por ejemplo, la entrega de los dineros por parte del fisco”, dice el Coordinador. Y agrega que, a veces, “falta más confianza entre la Universidad y el Ministerio”.
Consultado por la disparidad de criterios que se evidencia en la entrega libre de los recursos estatales a las universidades privadas, sin convenios marco que exigen informes, auditorías y cumplimientos de por medio, Martín Centeno aseguró que “también deben rendir trimestral o semestralmente, siguiendo las normas de la Contraloría como todo el resto, aunque con la diferencia de que no es contra proyecto. Pero, si es por diferencias, ellos también se quejan de no contar con acompañamiento por parte del Mineduc, como sí lo tienen las universidades estatales”.
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