El proceso de autoevaluación tuvo frutos para la carrera de Pedagogía en Educación Básica de la Universidad de Magallanes. Esto porque, recientemente, el plantel recibió formalmente el acuerdo para acreditar por tercera vez la disciplina que ha venido formando profesores por más de 30 años en la región.

Se trata de un logro, además, que también supera a los procesos anteriores, ya que, en esta ocasión, la carrera acreditó por un período de cinco años, lo que indica el efecto positivo que ha tenido en este proyecto académico, la implementación de estrategias de mejora continua para fortalecer la formación de sus profesionales.

La académica y jefa  de carrera, Carmen Oval, comentó que estaban contentos y, sobre todo, satisfechos con la noticia, porque el resultado, finalmente, derivó del trabajo arduo y comprometido – y que se extendió por un año-, de directivos, académicos, estudiantes y funcionarios de la especialidad de educación de la Umag.

Profesionales comprometidos

Uno de los factores que la docente cree, ayudó a tener una mejor evaluación, fue la opinión que dieron los empleadores de los ex alumnos y los mismos egresados, a los pares evaluadores que visitaron la casa de estudios el año pasado.

Carmen Oval, jefa de la carrera de Pedagogía en Educación Básica.

“Nos dimos cuenta que sintieron que ambas partes estaban contentas con la formación que recibieron como estudiantes para ser profesionales y que, pese a que pudieran haber limitantes, tuvieron iniciativa al terminar de estudiar. Ellos valoraron mucho también, el trabajo en equipo, pero más aún la iniciativa para realizar cosas, el compromiso con sus trabajos”, destacó.

El desafío ahora es fortalecer el nuevo diseño curricular, con énfasis en la entrega de herramientas para  el desempeño de la profesión en diferentes áreas de la educación, “no centrarnos tanto en el aula – agregó la académica- sino que buscar que nuestros alumnos conozcan también la parte administración, con ramos de gestión, de necesidades educativas especiales, de proyectos, y seguir afianzando estas etapas dentro de la formación docente”.

Pero más apremiante que eso, advirtió, es apoyarlos en la formación post título, una falencia, a su juicio, que aún se tiene como universidad.

“Falta el contacto con nuestros egresados y mientras no tengamos nada que ofrecerles, ellos no van a volver, por lo tanto creo que es el mayor desafío después de esta acreditación”, concluyó.