30 personas mayores con secuelas post COVID-19 recibieron rehabilitación integral en el CADI UMAG

Boletín Normal, Portada UMAG, noticias

-“Estamos bastante sorprendidos con los resultados porque nosotros teníamos la confianza que nuestros usuarios iban a mejorar, pero no pensábamos que esa mejora iba a ser tan importante”, manifestó el kinesiólogo Héctor Retamal, dando cuenta, así, del éxito de la iniciativa que abarcó tres mil horas de terapia física y mental en las dependencias del centro de salud de la Universidad de Magallanes.


Con éxito acaba de concluir en el Centro Asistencial Docente y de Investigación de la Universidad de Magallanes (CADI UMAG), el “Programa de Salud Integral con acceso, oportunidad y continuidad de la atención en personas con secuelas post COVID-19”, una iniciativa financiada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia a través del fondo “Chile compromiso de todos” línea acción social, en su convocatoria 2021.

Se trata de un proyecto que tuvo como usuarios y usuarias a 30 personas mayores de la región que padecían “Long Covid”, Covid de larga duración o Covid prolongado es decir, afecciones o secuelas derivadas de la enfermedad y experimentadas a mediano y largo plazo tras recuperarse, como fatiga crónica, alteraciones motoras, disnea o alteraciones de la concentración, entre otras; recibiendo, por ello, atenciones de rehabilitación en Kinesiología, Fonoaudiología, Nutrición, Terapia Ocupacional y Medicina, por un período de seis meses.

El cierre simbólico del programa liderado por la fundación de salud universitaria, se llevó a cabo en el Auditorio del CADI y contó con la participación de la directora Karena Espinoza, la subdirectora, Lidia Amarales, el seremi de Desarrollo Social, Danilo Mimica, las y los profesionales del equipo de salud multidisciplinario y, las y los adultos mayores beneficiados. Allí, se destacó la importancia de su ejecución en torno a la mejora en la sintomatología de los pacientes secuelados, expresada, principalmente, en problemas físicos, psicológicos y cognitivos, incluso después de un año de haber sido diagnosticados/as con coronavirus.

Héctor Retamal, kinesiólogo CADI UMAG.

Karena Espinoza, directora CADI UMAG.

“Fueron tres mil horas de terapia física y mental y, la verdad, es que estamos bastante sorprendidos con los resultados, porque nosotros teníamos la confianza que nuestros usuarios iban a mejorar, pero no pensábamos que esa mejora iba a ser tan importante”, señaló el coordinador de la Unidad de Kinesiología, Héctor Retamal, puntualizando que “tenemos algunos pacientes que no caminaban y que volvieron a caminar en seis meses, otros pacientes que tenían síntomas depresivos y que ahora están con mejor ánimo, se sienten mejor, volviendo a trabajar y retomando, de alguna forma, la normalidad de su vida habitual”.

Para la directora del CADI UMAG, Karena Espinoza, en tanto, “este programa responde a nuestro modelo de salud integral con un enfoque de salud biosicosocial. Por ello, extendemos un profundo agradecimiento al equipo profesionales y estudiantes de salud que sacaron adelante esta iniciativa, que no ha hecho otra cosa que fortalecer el sello de salud integral que tiene el CADI en Magallanes. A su vez, a las y los pacientes que participaron por ser responsables en su proceso de rehabilitación y dar vida a este proyecto”.

De acuerdo con las cifras que compartió el equipo de salud durante esta exposición de cierre, 1 de cada 10 personas que tuvieron la enfermedad, presenta Covid prolongado, lo que, en Magallanes, afectaría a unas cinco mil personas, dado que el universo de contagiados/as, hasta mayo de 2022, corresponde a más de 55.300.

Superando el Covid prolongado

Para el natalino Rubén Mercado de 77 años, el programa fue una ayuda significativa para comenzar a recuperar su calidad de vida. “Yo estuve casi muerto por tres meses y tantos, inconsciente, intubado, operado de la tráquea y salí con este brazo que se caía solo. Después estuve un año postrado, y ya aquí con los ejercicios logré recuperar el brazo. Aquí la atención es muy buena, y aunque uno sabe que esto es lento, ayuda, ayuda mucho, así que ojalá que continúe”, cuenta.

En la misma línea, Ihonka Castillo de 76, dijo queme ha ayudado muchísimo, así que estoy muy agradecida de la atención de los profesionales, porque es completa y excelente. A mí me atendieron fonoaudiólogos, kinesiólogos, terapeutas, psicólogos y la nutricionista. Ahora me he sentido mejor, así que vamos bien”.

Tanto Rubén, como Ihonka y sus demás compañeros y compañeras, recibieron, al finalizar, un certificado por su participación en este proyecto, que catalogaron como un “programa familiar” que no sólo les aportó en el ámbito físico, sino también emocional.

A continuación, algunas fotografías del momento de la certificación: