Huevos de chocolate: especialista UMAG recomienda porcionar y buscar estrategias más saludables para los niños

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-El consumo de este alimento alto en azúcar se ha instalado como una tradición para los más pequeños del hogar en Domingo de Pascua. Es por ello que, desde la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de Magallanes, entregan algunos consejos a las familias para desincentivar su ingesta y ofrecer alternativas que aporten a la salud de sus hijos/as.

Un panorama imperdible para muchas familias en Semana Santa es esconder los “huevitos” de chocolate que, según la leyenda, deja el Conejo de Pascua a todas y todos los niños del hogar el día que se celebra el Domingo de Resurrección. Y es que, como es sabido, estos dulces, son de los más apetecidos y transversalmente escogidos por la población, por lo que su consumo, que se incrementa por estas fechas tras las múltiples opciones que se pueden encontrar en el mercado, es un tema que mantiene atentos a las y los especialistas de la Nutrición preocupados de que su ingesta no supere los límites que la alimentación infantil requiere.

En ese contexto, desde la Universidad de Magallanes (UMAG), a través la carrera de Nutrición y Dietética y la Clínica de Lactancia Materna y Nutrición Infantil (CLYNI), hacen algunas recomendaciones para que esta celebración también tenga un cariz saludable, promoviendo, de esta manera, hábitos que serán relevantes en la alimentación de las y los niños y su salud futura. Es así que la nutricionista y docente con especialidad en nutrición infantil, Camila Ramos González, habló de lo que es y no aconsejable en el consumo de los tradicionales “huevitos” de chocolate en Semana Santa.

“Dado que es una fecha muy instalada a nivel cultural, no podemos hacernos los locos y prohibirles a los niños el consumo de este alimento, lo que no significa que no tengamos que explicarles porqué no es bueno que sean tantos”, afirma la profesional, apuntando a uno de los errores principales en que se suele caer: la cantidad de chocolate ofrecida al niño o a la niña. “Los niños entre 2 y 3 años, no debería consumir más allá de 4 huevitos macizos en el día, y si nos vamos al rango entre 4 y 5 años, ya puede ser un huevo más mediano que igual lo pueden ir consumiendo siempre dentro del día”, explica.

Otro punto importante, dice que es el tipo de huevito que las familias puedan escoger. “Si nos vamos al chocolate en sí, es importante saber escoger el huevo, porque entre más porcentaje de chocolate tenga, es decir más cacao, tendrá menos cantidad de azúcar. Puede ser que uno lo encuentre más amargo, pero en sí, es el que menos contenido de azúcar tiene”, añade, haciendo hincapié en que lo recomendable es comprar los huecos (sin relleno de ningún otro ingrediente) por sobre los macizos, y además, evitar los de chocolate blanco, que, junto al azúcar, son altos en grasa.

Respecto a la oferta existente en el mercado, la nutricionista señala que en los supermercados las opciones son más acotadas, pero que hay chocolaterías donde se puede ver más variedad. “Todo depende del bolsillo de los papás –agrega-, pero lo ideal es encontrar los productos más adecuados a la alimentación de los pequeños”. En ese sentido, refuerza el tema de los huevos que son macizos, ya que, aparte de contener más azúcar, suponen un riesgo de atragantamiento para niños y niñas menores de 5 años por ser más duros.

Sumado a todo lo anterior, Ramos sostiene que el tamaño también cuenta, y que es mejor dar a las y los niños siempre huevos más pequeños que les permitan ir porcionando su consumo. “La idea es que no los coman todos altiro, entonces ahí hay que buscar alternativas donde la familia, a través de juegos por ejemplo, motive al niño a comérselos de a poco y que, al mismo tiempo, no lo sientan como una prohibición”, señala.

Pero como es un tema cultural, la docente cree que hoy hay muchas alternativas al chocolate donde las familias pueden incursionar. Por eso, llama a los padres, madres y/o abuelos a buscar estrategias más saludables, como elaborar los huevitos en casa, basados en fruta (uvas por ejemplo) con baños de chocolate ricos en cacao, o bien, pensar en otras preparaciones, como galletas con forma de huevo o conejo, cocadas de plátano, etc. “No necesariamente deben ser siempre huevitos, pero depende de cada hogar, además actualmente el mercado es tan diverso, que también podemos encontrar desayunos a domicilio que incluyen una variedad de alimentos”, indicó.

De acuerdo a la profesional, todas estas recomendaciones apuntan desincentivar el alto consumo de azúcar, que trae consigo el riesgo de las caries en la salud bucal y de la malnutrición por exceso con sus consecuentes enfermedades asociadas y que se presentan después, en la adultez, sobre todo con las cifras rojas de obesidad infantil que hay en nuestro país y, en particular, en nuestra región. “Por ello, -resalta- la importancia de la familia en el entorno y los hábitos alimenticios que se inculcan al niño o a la niña, porque a veces es fácil hacer el cambio a hábitos más saludables, el tema es que muchas veces la familia no es el apoyo a ese cambio”.

Con el fin de brindar orientación en estos temas, la UMAG pone a disposición de la comunidad su Clínica de Lactancia Materna y Nutrición Infantil CLYNI, un servicio gratuito que pretende ser un aporte en la salud de las y los niños magallánicos desde sus primeros meses de vida. El correo electrónico de contacto es clyni.umag.cl. Para mayor información y otros consejos, visitar el perfil de Instagram clyni.umag.