Aporte universitario y adaptación institucional frente a la pandemia marcaron Cuenta Pública 2020 de la UMAG

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-Con motivo de la conmemoración del quincuagésimo noveno aniversario y en transmisión online, el rector Juan Oyarzo entregó su mensaje destacando el crecimiento sostenido que ha experimentado el plantel en los últimos 20 años, explicando, a su vez, cómo, institucionalmente, se ha dado continuidad al proceso de educación superior en medio de la contingencia.

-Además,  insistió en la necesidad de contar con un apoyo estatal que pueda revertir el complejo panorama presupuestario que se acarrea desde su génesis y, en esa misma línea, de la suspensión del proceso de regulación de aranceles; “pues no queremos correr el riesgo de dañar, estructuralmente, al sistema educativo tradicional y, con ello, al desarrollo de las regiones y del país”, sostuvo.


Un discurso en formato diferente pero centrado en la reflexión que trae consigo el desarrollo de la pandemia del COVID-19 en Chile, fue el que ofreció, este viernes, el rector de la Universidad de Magallanes (UMAG), Dr. Juan Oyarzo Pérez, quien, en el contexto del 59° aniversario de la casa de estudios regional, rindió la Cuenta Pública de Gestión Institucional período 2019-2020, cuyo relato, de 57 minutos de duración, puso su foco en el significativo aporte universitario que se ha realizado para afrontar la crisis en el territorio, y todas aquellas acciones de adaptación institucional que han debido adoptarse fruto de este mismo problema socio sanitario por el que hoy atraviesa el planeta.

Para poner en contexto y relevancia estos aspectos marcados por la actual situación, la autoridad universitaria, primero, habló de los indicadores que evidencian un crecimiento institucional sostenido en el tiempo, sobretodo el que refiere al período de las dos últimas décadas. Así, subrayó la notable evolución en los procesos de acreditación, matrícula, metros cuadrados construidos y perfeccionamiento académico. Sólo éste último, por ejemplo, mostró el avance de haber conseguido triplicar el porcentaje de docentes que, a principios de siglo, habían cursado programas de Magíster y Doctorado. “A lo largo de estos 59 años – sobre todo, en las últimas 2 décadas – hemos podido crecer, sostenidamente, en todas las áreas. Para una Universidad estatal de zona extrema y baja demografía, sin duda, es un logro, sobre todo considerando las dificultades que debemos enfrentar como institución y como región”, planteó Oyarzo.

Balance 2019-2020

Tras ello, comenzó un balance por cada una de las áreas de gestión universitaria. En Docencia remarcó las actividades que han tenido lugar bajo un modelo virtual de enseñanza, donde, según declaró, “hemos tenido que reconstruir, reinventar y adaptar los procesos formativos, para mantener la distancia social al igual que aquellos que sea posible desarrollar, con transformación digital y tránsito acelerado hacia el mundo virtual”. La oficialización de la Plataforma Virtual de Pregrado, las capacitaciones periódicas al cuerpo académico y docente y las ayudas estudiantiles en conectividad y apoyo psicológico, fueron algunas de las acciones que resaltó en  su mensaje.

En el ámbito de Gestión Institucional, se refirió, especialmente a las reformas legales y estatutarias en las que se ve involucrado el plantel. En ese sentido valoró los cambios positivos que la Ley 21.091, más conocida como Reforma a la Educación Superior, lleva adelante, como el del Sistema de Acreditación Institucional, con un modelo de acreditación integral; y el Sistema de Acceso, con la nueva Prueba de Transición. Sin embargo, lamentó que se exija una nueva regulación de aranceles, que, “hasta el momento, homologa a todas las carreras y de todas las realidades territoriales, como si el costo de brindar educación superior fuera el mismo en todas las disciplinas y rincones de Chile”. De esta forma, insistió en la necesidad de suspender el proceso llevado adelante por el Mineduc, “pues no queremos correr el riesgo de dañar, estructuralmente, al sistema educativo tradicional y, con ello, al desarrollo de las regiones y del país”.

En esta área, Oyarzo también destacó la reconversión de los procesos de atención de público, como la matrícula online, a través de la cual se pudieron inscribir 4 mil estudiantes este año, manteniendo los beneficios estatales y la calidad de cargas familiares. Asimismo, dio a conocer las obras en ejecución dentro del campus central y la infraestructura regional que sigue su curso pese a los tiempos de pandemia.

Dando cuenta de “lo compleja” de la gestión de este último año, por último, habló del trabajo conjunto con los parlamentarios y otras universidades de zonas extremas para lograr mecanismos de apoyo financiero a los planteles frente a la crisis. “No es un “salvavidas”, dijo el rector, “seguimos y seguiremos reclamando lo que es justo, e insistiremos en que los tomadores de decisiones consideren las particularidades de desarrollar formación universitaria e investigación en una región con altos costos de vida y baja tasa de natalidad, mientras el sistema nos obliga a competir por recursos”, afirmó.

En Vinculación con el Medio el académico informó de todas las acciones realizadas en post de contribuir a aminorar la crisis. Aquí nombró las donaciones de alimentos, mascarillas, escudos faciales, acompañamiento a los adultos mayores y deportistas, así como también el aporte cultural través de Ventana Cultural UMAG, espacio divulgativo online levantado por la Dirección de Extensión. Los avances en Género también fueron remarcados, ya que, a un año del funcionamiento de la Dirección de Género Equidad y Diversidad, hay articulación con la docencia universitaria y otras instituciones regionales afines para instalar una cultural de igualdad de género en la sociedad.

Cerrando con Investigación, además del incremento en programas y matrícula de postgrado; redes internacionales y nacionales de colaboración, y avances en materia de innovación y transferencia de conocimiento, el rector mencionó el importante y trascendental aporte del Centro Asistencial Docente y de Investigación CADI –UMAG, que, hoy, es el centro de referencia de diagnóstico de COVID-19 en Magallanes con más de 40 mil test realizados hasta la fecha y varios estudios genéticos y de otras especialidades destinados a conocer mejor del virus para estar a la vanguardia de la ciencia en este tema.

Las palabras de término se centraron en la reflexión de un 2020 marcado por un profundo cambio social, que se ha venido precipitando a raíz de esta crisis sanitaria. “¿Qué nos enseñó la movilización social? Que la comunidad no está dispuesta a seguir esperando la oportunidad de ejercer su derecho humano a la participación. Gracias a ello, en un par de días, estaremos votando en un plebiscito para decidir si cambiamos o mantenemos la actual Constitución. A escala institucional, vivimos el mismo proceso con la elaboración de nuevos estatutos” (…) ¿Y qué nos enseñó la pandemia? Que la Investigación no es un asunto alejado en los laboratorios, sino que es una necesidad cotidiana. ¡Qué diferente sería el panorama regional hoy, si no hubiéramos desarrollado el proyecto público CADI UMAG! ¡Qué distinto sería, si no hubiéramos abierto la carrera de Medicina y, con ella, toda una línea de investigación en Ciencias de la Salud, que nos llevó a contratar más especialistas!”, sostuvo.

El rector de la UMAG no quiso finalizar su discurso, sin antes agradecer a toda la comunidad universitaria por “el sacrificio y la disposición” de “adaptarse a este sistema que nos exige tanto esfuerzo a nivel personal y familiar”.

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