Inauguran planta de mínimo procesamiento de hongos silvestres comestibles en Aysén

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-Gracias a un proyecto ejecutado por el Centro Universitario Coyhaique y financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), fue posible implementar esta iniciativa que beneficiará a una cooperativa de recolectores de la zona.

La directora del Centro Universitario Coyhaique, Laura Sánchez (a la derecha), participó en la inauguración acompañando a los y las integrantes de la Cooperativa y autoridades regionales en esta importante ceremonia.

El proyecto “Conocimiento y puesta en valor de las especies de HSC: Suillis spp., Pleourotus spp., y Morchella spp., para su diversificación productiva de comunidades rurales en la región de Aysén” de la Universidad de Magallanes en la Región de Aysén, ha permitido abordar la recolección de Hongos Silvestres desde 3 áreas relevantes de interés: caracterización ecológica, genética y bromatológica, puesta en valor del oficio patrimonial de recolección de hongos silvestres y potencialidades del desarrollo de productos en base a estas especies, permitiendo prolongar su vida útil y aumentando su valor agregado.

Por todo lo anterior, la iniciativa permitió conformar, jurídicamente, una cooperativa de recolectores, instalando capacidades mediante el desarrollo de talleres de transferencia técnica y el diseño y, finalmente, la construcción y puesta en marcha de una planta de mínimo procesamiento de Hongos Silvestres Comestibles adecuada para el envasado de productos frescos, deshidratados y conservas, la cual fue inaugurada el pasado 20 de noviembre en el sector de Viviana en la comuna de Puerto Aysén.

Este espacio es el primero instalado en la región que cuenta con los permisos sectoriales necesarios para su correcto funcionamiento y resguardo de la inocuidad en todas las etapas de desarrollo alimentario. El equipo técnico desarrolló 5 prototipos de productos en base a las especies en estudio: Chutney, Caramelizado, Hongo entero o fraccionado deshidratado, Aliño en base a hongos y especies, y envasado como producto fresco,  de los cuales la cooperativa escogió el aliño en base a hongos silvestres deshidratados.

De esta forma, este producto llega a su etapa final para insertarse en los circuitos de comercialización cumpliendo todos los requerimientos sanitarios y formales requeridos: resolución sanitaria, etiquetado nutricional, imagen corporativa e iniciación de actividades. Se trata de un espacio colaborativo de trabajo, inédito y con un gran potencial de desarrollo.